Es grata al caminante en noche fría
La alegre llama del hogar caliente:
Grata al que corre bajo el sol ardiente
La fresca sombra de arboleda umbría:
Grato, como dulcísima armonía,
Para el sediento el ruido de la fuente:
Y grato respirar en libre ambiente
Para quien sale de mazmorra impía.
Es grata, en fin, la lluvia al campesino;
Grata al guerrero belicosa fama;
Y grato el natal suelo al peregrino:
Pero más que aire, sombra, fuente, llama,
Lluvia, patria, laurel, ¡Jesús Divino!
Tu nombre es grato al corazón que te ama.
Tomado de Devocionario nuevo y completísimo en prosa y verso.
Imprenta y librería de D.A. Izquierdo Sevilla, 1867, p.189.
(Disponible en archive.org)
Comentarios
Y. J. Hall
4 años¡Excelente!
Beatriz M Goenaga
4 añosComo grata es la lectura de este poema.
Acela Margarita Ramírez Almanza
4 añosPrecioso.
Raymi Milagros Rodriguez Gonzalez
4 añosNo hay nombre más dulce ni lectura más grata. Gracias.