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Coffea Arábiga (1968)

Dirección: Nicolás Guillén Landrián
Guion: Nicolás Guillén Landrián y Miguel de Zárraga
Fotografía: Lupercio López
Producción: Icaic

Coffea Arábiga (1968)


Nicolás Guillén Landrián sobre Coffea Arabiga

—¿Podríamos decir que en tu cine te alejas de la épica revolucionaria, del discurso oficialista?

—Bueno, en Coffea Arábiga yo trato de abordar un poco eso, la épica, y en Taller de Línea y 18 también. Pero no se trataba de hacer un cine épico. Ellos querían un cine ortodoxo, de acuerdo con lo que le imponía el Estado a la dirección del Icaic. Aunque mi cine fue ortodoxo en cierto aspecto. Si tú ves Retornar a Baracoa es un tipo de cine clásico. Yo no puedo calificarlo, no sé de qué modo denominarlo. Trataba de hacer un cine que no fuese igual a lo demás, que no coincidiera con lo demás, que fuera un cine muy personal.

A veces, el trabajo lograba ser tan difícil que salían cosas a pesar de mi intención previa. Se lograban en el taller, cosa que Joris Ivens nunca me criticó, sino que me alabó. Pero los otros directores de la industria como Julio García Espinosa siempre me decían que yo no seguía el guion que había sido aprobado. Tuve siempre problemas con eso, con varios filmes por encargo del Icaic…

Nicolás Guillén Landrián

Déjame explicarte una cosa. Por ejemplo, mi primer documental lo hice libre, los tres, los cuatro primeros documentales todos eran propuestos por mí y realizados. Entonces, después de haber hecho Ociel del Toa, Retornar a Baracoa, Un festival deportivo, a mí me meten preso. Por razones ideológicas, decían ellos. Me mandan para la Isla de Pinos y me dan electroshocks. Después de haber estado preso, les dije a ellos que yo no tenía otra cosa que hacer: o me quedaba en la industria de cine o les pedía por favor que me dejaran salir del país. Entonces me dijeron que no, que me quedaba dentro de la industria de cine y me dieron a hacer Coffea Arábiga.

Me pidieron que hiciera Coffea Arábiga, que fue el documental más problemático de los hechos por mí en ese período. Yo fui al departamento de documentales científico-técnicos como una concesión a la dirección del Icaic, ya que me aceptaban de nuevo. Pero, por ejemplo, Ociel del Toa no es por encargo, Retornar a Baracoa no es por encargo, Los del baile no es por encargo, En un barrio viejo no es por encargo. Son documentales que yo hice libremente, que yo escogí y realicé.

—Háblame más de Coffea Arábiga.

—Hay ironía pero no… Si ven burla, mucha burla, se me fue la mano. Yo quería ironizar con las cosas que sucedían alrededor del Cordón de La Habana, todo lo que se movía alrededor del Cordón de La Habana. También traté el café en otras partes de la Isla. Y yo lo que fui —creo— muy crudo al contar el modo de hacer de esa gente que trabajaba en el café, cómo vivían, cómo trabajaban, de qué modo lograban hacer el café: sembrar el café, trillarlo, el trabajo bajo el sol, que es un trabajo duro, y todo eso. Pero no había una intención de burlarme del plan del café porque eso hubiera sido funesto. Había ironía, sí.

—¿Cómo fue el trabajo con la banda sonora en Coffea Arábiga?

—Bueno, hice una mezcla de bandas, hay varias bandas yuxtapuestas. Era un trabajo de mezcla de sonido de más de una pista. Utilicé todos los elementos que yo creía que correspondían a La Habana o a Cuba en esos momentos: todos los artistas, todos los personajes, Pello el Afrocán, es decir, la burla fue que el Cordón de La Habana o el plan cafetalero no fue un éxito, que es lo que hace que el documental sea contemplado como una cosa de burla hacia el plan del café. Porque yo pensaba que el plan del café, según las cosas que me contaban, iba a ser un logro de la revolución y por eso me atrevo a hacer ese documental. Porque yo dudaba también un poco a veces y quería situar esa duda un poco dentro del filme.

—¿Cuál fue la reacción por Coffea Arábiga?

—La reacción de la dirección del Icaic, no sé de otros sectores, fue de elogio ante el documental. Le hicieron una premier de gala. Mandaron a hacer un afiche que me acuerdo hizo Raúl Oliva, un buen diseñador. El documental estuvo en el festival de Oberhausen, pero no lo premiaron, creo. Pero todo esto de Coffea Arábiga comienza de un modo abrupto. No había pasado nada desagradable. Nunca me dijeron nada, ningún personaje de la dirección del Icaic dijo nada negativo de Coffea Arábiga. Entre los mismos espectadores oficiales, a alguien no le gustó la canción The Fool on the Hill, que funcionaba muy bien. Y parece que tuve que pagar a partir de eso. Algo que yo hice con tanta euforia y con tanto dinamismo, resultó irónico, una burla, para algunos, de lo que era el plan del café.

—Y al cabo del tiempo, ¿qué significa para ti ese documental en específico?

—Fue una experiencia agradable de la cual no me retracto. Me considero muy feliz de haberlo realizado, y creo que logré una pauta en cuanto al lenguaje, que era lo que más me interesaba a mí, que fuera un lenguaje distinto al de todos los otros filmes realizados por la industria, para lograr homenajear al plan del café, pero parece que el plan del café –te repito– no se produjo.

(Entrevistado por Lara Petusky Coger, Alejandro Ríos y Manuel Zayas)
Tomado de El cine postergado, en кино-глаз.

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Comentarios
Romel Hijarrubia Zell
1 año

Sin verlos, no puedo valorar su calidad y excelencia. Sin embargo, no hace falta verlos para saber que Nicolás es un artista independiente, con todo lo que conlleva eso en cualquier lugar. Espero disfrutarlas algún día. R.

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María Antonia Borroto
1 año

@Romel H. Zell: El resto de sus documentales está disponible en Youtube.

Y. J. Hall
1 año

Lo vi hace unos días en el cine. Me gustó mucho. Está claro que hay detrás una intención de burla. La parte de The Fool on the Hill no tiene precio. Buscando ahora la parte de The Fool on the Hill en la versión que aquí se muestra, sospecho que lo han cortado, pues en el original la canción aparece justo cuando aparece Fidel (9:23 en esta versión), y aquí no está. Muy curioso...

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María Antonia Borroto
1 año

@Y. J. Hall: Yo también lo vi en una sala con condiciones óptimas a inicios de los años 2000, en una edición del Almacén de la Imagen, evento de audiovisuales organizado por la Asociación Hermanos Saíz aquí, en Camagüey. Y salí impactada, hasta el punto que aunque demoré años en volver a verlo muchas imágenes permanecían nítidas en mi cabeza. Ociel del Toa, mi favorito, ha sido utilizado en las pruebas de aptitud en la filial del ISA. "En un barrio viejo", por ejemplo, fue exhibido en una tarde invernal, al aire libre, en el Callejón de los Milagros, en una muestra organizada por Juan Antonio García. No hace mucho Armando Pérez Padrón organizó un ciclo con las obras de Guillén Landrián. Con esto quiero significar que, al menos en Camagüey, y gracias en buena medida a la gestión de ambos investigadores y a la existencia de eventos relacionados con el audiovisual (el Almacén... y el Taller Nacional de Crítica Cinematográfica) y a las dinámicas propias de la Universidad de las Artes, donde desde 2002 se imparte la carrera Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual, la obra de Guillén Landrián y de otros realizadores cubanos nos resulta familiar.

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El Camagüey
1 año

@Y. J. Hall: Ya fue sustituido el documental por una copia íntegra del mismo. La versión mutilada fue tomada del canal de Youtube Chronological History (https://bit.ly/3sXcDTL) Nada hacía sospechar que pudiera tratarse de una copia incompleta.

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Y. J. Hall
1 año

@El Camagüey: Más que incompleta, adulterada.

María Antonia Borroto
1 año

Que en Youtube, en el canal Chronological History (https://bit.ly/3sXcDTL) exista una versión mutilada de Coffea Arabiga me motiva varias interrogantes. La primera, por supuesto, tiene que ver con su procedencia. La segunda, con el hecho de que Coffea Arabiga no está en ninguno de los restantes canales de youtube donde encontramos obras de Guillén Landrián. Sí está disponible en Vimeo y en Rialta (tomada de Vimeo). Por otra parte, la versión mutilada excluye los momentos en que aparece la imagen de Fidel Castro acompañada por los acordes iniciales de "The fool on the hill", y también cuando se escucha el tema en los instantes finales. El propio Guillén Landrián dice que para algunos funcionarios resultó conflictivo el tema, y que al parecer tuvo "que pagar a partir de eso". Se censura exactamente lo que tiene que ver con Fidel Castro, es su imagen la que se pretende ¿proteger?

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El Camagüey
1 año

Publicar a Guillén Landrián era una vieja deuda de este sitio web. Y en estos momentos hacemos gestiones para publicar, con las debidas imágenes, un texto referido a su obra plástica. Tampoco es casual que este documental sea presentado por las propias declaraciones del autor: quisimos que su voz estuviera presente.

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El Camagüey
1 año

La mutilación en el referido canal de Youtube puede estar relacionada con los derechos de la música de los Beatles utilizada. Los derechos de ese documental son del Icaic, y habría que ver si en su momento gestionó y pagó para su utilización. ¿Es posible que los propietarios de Chronological History, al no ser los propietarios del documental, hayan mutilado la obra temiendo alguna reclamación?

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Elinor Pérez
1 año

Excelente documental. Me hizo volver el tiempo atrás, me vi con 17 o 18 años con ropa de trabajo, botas y un pañuelo en la cabeza junto con mis compañeros del pre del Casino llenando de tierra las bolsas de polietileno mientras algún dirigente hablaba acerca de la importancia de lo que hacíamos porque sería tal la producción de café caturra que no solo cubriría las necesidades de Camagüey sino de las provincias vecinas. "Coffea Arábiga" me llegó como una terapia de choque.

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Desiderio Borroto
1 año

Nicolasito, ¡qué genialidad!, sufrió lo que el genio frente a la injusticia.

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Rolando Emilio Chavez Miranda
1 año

Un clásico y artista que se adelanta a su tiempo.

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