No existe lazo ya; todo está roto: plúgole al cielo así, ¡bendito sea!, amargo cáliz con placer agoto; mi alma reposa al fin; nada desea.
Te amé, no te amo ya; piénsolo, al menos. ¡Nunca, si fuere error, la verdad mire! Que tantos años de amarguras llenos trague el olvido; el corazón respire.
Lo has destrozado sin piedad; mi orgullo una vez y otra vez pisaste insano... mas nunca el labio exhalará un murmullo para acusar tu proceder tirano.
De graves faltas vengador terrible, dócil llenaste tu misión; ¿lo ignoras? no era tuyo el poder que, irresistible, postró ante ti mis fuerzas vencedoras.
Quísolo Dios, y fue. ¡Gloria a su nombre! todo se terminó; recobro aliento. ¡Ángel de las venganzas! Ya eres hombre... ni amor ni miedo al contemplarte siento.
Cayó tu cetro, se embotó tu espada... mas ¡ay, cuán triste libertad respiro! Hice un mundo de ti, que hoy se anonada, y en honda y vasta soledad me miro.
¡Vive dichoso tú! Si en algún día ves este adiós que te dirijo eterno, sabe que aun tienes en el alma mía generoso perdón, cariño tierno.
Y en medio de la bochornosa "tiradera" de Shakira a Piqué uno no puede menos que callar y admirar aún más a nuestra Tula. Estos versos sí son transmutación del dolor en arte; lo de Shakira es otra cosa, inmunda y denigrante. Me llama la atención que algunas mujeres la defiendan y hasta aplaudan su gesto, pues les parece que muestra el empoderamiento femenino y la dignidad herida. Para mí es todo lo contrario, y nos hace un daño atroz. Vaya referente con el que muchos pretenderán compararnos, sobre todo porque desgraciadamente los malos ejemplos se vuelven más populares que los buenos. Por suerte en El Camagüey abundan los ejemplos enaltecedores de la dignidad de la mujer.
También llama la atención que un país como Cuba, con asuntos tan urgentes y tanta precariedad, se hayan gastado tantos megas y horas de conexión en el asunto. Medio en broma y medio en serio se dice que fue el ítem más googleado, sustituyendo súbitamente a "patrocinador" y otros términos asociados a la inmigración hacia Estados Unidos. Ver para creer...
Tengamos fe en el mejoramiento humano y en la utilidad de la virtud... Acabo de recordar que un amigo, profesor de literatura cubana en la Universidad de La Habana, me comentó al momento de publicar este texto que a él le había sorprendido cuánto había gustado a sus estudiantes y lo rico que había sido el análisis en el aula. Urge compartir la belleza y la delicadeza, las necesitamos muchísimo, tal vez como antídoto a tanta vulgaridad.
@María Antonia Borroto Comparto tu fe en que el hombre evolucione a un mayor y mejor nivel. Que no seamos superficiales en el análisis de todo lo que nos rodea. Que actuemos coherentemente, sin tapujos, sin agresiones, con la verdad, con sinceridad y argumentos reales. Nos urge a nivel global. Gracias por estas reflexiones!!!
Ayer, sin embargo, viví una experiencia que me hace dudar de mi comentario anterior. Fue con estudiantes de un preuniversitario camagüeyano. Les cuento:
Una vez al mes conduzco la tertulia "Pasión intacta" en la Biblioteca Provincial de Camagüey, a la que eventualmente asisten estudiantes del pre Álvaro Morell (ubicado en el antiguo Instituto de Segunda Enseñanza) y que pretende fomentar el hábito por la lectura. Ayer fueron apenas seis muchachas (el resto del público estuvo conformado por los trabajadores de la propia biblioteca). Comparto el espacio con el dúo de piano y contrabajo "A piacere", quienes interpretaron ritmos brasileños totalmente desconocidos para mí. Desde hace un tiempo utilizo los materiales de El Camagüey en ese espacio, y trato que sean ellos el centro de la charla o que me sirvan para ilustrarla. Ayer la tertulia estuvo dedicada a Amalia Simoni y a Carmen Zayas-Bazán. Les pregunté por ambas; de Carmen nada sabían, de Amalia alguito... Pero no es eso lo que quiero comentar: hubo un momento en que mencioné las cartas que de novia envió Carmen a su novio Pepe Martí, cartas un poco atrevidas, y hablé de las "maripositas en el estómago" que se suelen sentir cuando se está enamorado. ¿Las han sentido, verdad?, les dije. Me miraron como si les preguntara por agujeros negros... Las caras no expresaban sentimiento alguno. ¿Ustedes no tiemblan cuando se enamoran? Nada de nada. ¿Se han enamorado? El celular es el que vibra, susurró el contrabajista... Pero, ¡cómo no van a sentir maripositas en el estómago, si yo todavía las siento!, insistí. Lo peor no es que callaran (podrían hacerlo incluso por timidez), sino la expresión de las caras: era como si no entendieran de qué estaba hablando. Les anuncié que en febrero (la tertulia toca el día 15) volveríamos a El Camagüey y a textos que, como éste, hablan de la pasión amorosa, y tendríamos maripositas, muchas maripositas...
Regresé pensando en el asunto, en mis propias estrategias para comunicarme con estudiantes y sobre todo recordándome a mí misma a esa edad: con 16 o 17 años ya había sido Julieta, Medea, Adela (de "La casa de Bernarda Alba"), Desdémona, Remedios, la bella, Fermina Daza y hasta Nora, pues me imaginaba un futuro lleno de portazos... A esa edad ya me había sentido al borde del abismo... Y me sentí feliz, muy feliz, por mis maripositas y por mí.
@María Antonia Borroto Cómo he disfrutado estas líneas y a la vez lamentando lo que comentas en tu experiencia con las jóvenes. Esas mariposas nos hacen soñar, nos permiten ver los días con diferentes tonos de colores, nos despiertan emociones...es una pena que la tecnología por un lado y el ritmo de vida que llevamos por otro nos condicione a no hacer una pausa para ver que existe la oportunidad de sentir mariposas!!!
Comentarios
Yamila Ferrá
2 añosAh, la Tula. Gracias Camagüey Org por iluminar mi mañana
Yadira Troche
2 añosDesde el dolor...
María Antonia Borroto
2 añosY en medio de la bochornosa "tiradera" de Shakira a Piqué uno no puede menos que callar y admirar aún más a nuestra Tula. Estos versos sí son transmutación del dolor en arte; lo de Shakira es otra cosa, inmunda y denigrante. Me llama la atención que algunas mujeres la defiendan y hasta aplaudan su gesto, pues les parece que muestra el empoderamiento femenino y la dignidad herida. Para mí es todo lo contrario, y nos hace un daño atroz. Vaya referente con el que muchos pretenderán compararnos, sobre todo porque desgraciadamente los malos ejemplos se vuelven más populares que los buenos. Por suerte en El Camagüey abundan los ejemplos enaltecedores de la dignidad de la mujer.
Y. J. Hall
2 años“…mas nunca el labio exhalará un murmullo para acusar tu proceder tirano.”
María Antonia Borroto
2 añosTambién llama la atención que un país como Cuba, con asuntos tan urgentes y tanta precariedad, se hayan gastado tantos megas y horas de conexión en el asunto. Medio en broma y medio en serio se dice que fue el ítem más googleado, sustituyendo súbitamente a "patrocinador" y otros términos asociados a la inmigración hacia Estados Unidos. Ver para creer...
Jaine Labrada Ching
2 años@María Antonia Borroto se hace moda de la ignorancia. Lamentablemente es así!!!
María Antonia Borroto
2 añosTengamos fe en el mejoramiento humano y en la utilidad de la virtud... Acabo de recordar que un amigo, profesor de literatura cubana en la Universidad de La Habana, me comentó al momento de publicar este texto que a él le había sorprendido cuánto había gustado a sus estudiantes y lo rico que había sido el análisis en el aula. Urge compartir la belleza y la delicadeza, las necesitamos muchísimo, tal vez como antídoto a tanta vulgaridad.
Jaine Labrada Ching
2 años@María Antonia Borroto Comparto tu fe en que el hombre evolucione a un mayor y mejor nivel. Que no seamos superficiales en el análisis de todo lo que nos rodea. Que actuemos coherentemente, sin tapujos, sin agresiones, con la verdad, con sinceridad y argumentos reales. Nos urge a nivel global. Gracias por estas reflexiones!!!
María Antonia Borroto
2 añosAyer, sin embargo, viví una experiencia que me hace dudar de mi comentario anterior. Fue con estudiantes de un preuniversitario camagüeyano. Les cuento: Una vez al mes conduzco la tertulia "Pasión intacta" en la Biblioteca Provincial de Camagüey, a la que eventualmente asisten estudiantes del pre Álvaro Morell (ubicado en el antiguo Instituto de Segunda Enseñanza) y que pretende fomentar el hábito por la lectura. Ayer fueron apenas seis muchachas (el resto del público estuvo conformado por los trabajadores de la propia biblioteca). Comparto el espacio con el dúo de piano y contrabajo "A piacere", quienes interpretaron ritmos brasileños totalmente desconocidos para mí. Desde hace un tiempo utilizo los materiales de El Camagüey en ese espacio, y trato que sean ellos el centro de la charla o que me sirvan para ilustrarla. Ayer la tertulia estuvo dedicada a Amalia Simoni y a Carmen Zayas-Bazán. Les pregunté por ambas; de Carmen nada sabían, de Amalia alguito... Pero no es eso lo que quiero comentar: hubo un momento en que mencioné las cartas que de novia envió Carmen a su novio Pepe Martí, cartas un poco atrevidas, y hablé de las "maripositas en el estómago" que se suelen sentir cuando se está enamorado. ¿Las han sentido, verdad?, les dije. Me miraron como si les preguntara por agujeros negros... Las caras no expresaban sentimiento alguno. ¿Ustedes no tiemblan cuando se enamoran? Nada de nada. ¿Se han enamorado? El celular es el que vibra, susurró el contrabajista... Pero, ¡cómo no van a sentir maripositas en el estómago, si yo todavía las siento!, insistí. Lo peor no es que callaran (podrían hacerlo incluso por timidez), sino la expresión de las caras: era como si no entendieran de qué estaba hablando. Les anuncié que en febrero (la tertulia toca el día 15) volveríamos a El Camagüey y a textos que, como éste, hablan de la pasión amorosa, y tendríamos maripositas, muchas maripositas... Regresé pensando en el asunto, en mis propias estrategias para comunicarme con estudiantes y sobre todo recordándome a mí misma a esa edad: con 16 o 17 años ya había sido Julieta, Medea, Adela (de "La casa de Bernarda Alba"), Desdémona, Remedios, la bella, Fermina Daza y hasta Nora, pues me imaginaba un futuro lleno de portazos... A esa edad ya me había sentido al borde del abismo... Y me sentí feliz, muy feliz, por mis maripositas y por mí.
Jaine Labrada Ching
2 años@María Antonia Borroto Cómo he disfrutado estas líneas y a la vez lamentando lo que comentas en tu experiencia con las jóvenes. Esas mariposas nos hacen soñar, nos permiten ver los días con diferentes tonos de colores, nos despiertan emociones...es una pena que la tecnología por un lado y el ritmo de vida que llevamos por otro nos condicione a no hacer una pausa para ver que existe la oportunidad de sentir mariposas!!!