El infeliz que la manera ignore
De alzarse bien y caminar con brío,
De una virgen celeste se enamore
Y arda en su pecho el esplendor del mío.
Beso, trabajo, entre sus brazos sueño,
Su hogar alzado por mi mano; envidio
Su fuerza a Dios, y, vivo en él, desdeño
El torpe amor de Tíbulo y de Ovidio.
Es tan bella mi Carmen, es tan bella,
Que si el cielo la atmósfera vacía
Dejase de su luz, dice una estrella
Que en el alma de Carmen la hallaría.
Y se acerca lo humano a lo divino
Con semejanza tal cuando me besa
Que en brazos de un espacio me reclino
Que en los confines de otro mundo cesa.
Tiene este amor las lánguidas blancuras
De un lirio de San Juan, y una insensata
Potencia de creación que en las alturas
Mi fuerza mide y mi poder delata.
Robusto amor, en sus entrañas lleva
El germen de la fuerza y el del fuego
Y griego en la beldad, odia y reprueba
La veste indigna del amor del griego.
Señora el alma de la ley terrena,
Despierta, rima en noche solitaria,
Estos versos de amor; versos de pena
Rimó otra vez, se irguió la pasionaria
De amor al fin; aunque la noche llegue
A cerrar en sus pétalos la vida,
No hay miedo ya de que en la sombra plegue
Su tallo audaz la pasionaria erguida!
Carmen
20Carmen
20
Versión musical de Amaury Pérez Vidal, del disco “Versos de Martí”.
20 de mayo de 1876
Publicado originalmente en El Eco de Ambos Mundos, México, 23 de mayo de 1876. Tomado de la Edición Crítica, de las Obras Completas de José Martí (Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2007, t.15, pp.145-146.)
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Comentarios
Linet Hernández
4 añosEres tan bello, Amor, ¡eres tan bello!
María Antonia Borroto
4 añosEn la Edición Crítica de las Obras Completas de José Martí, aparece al pie de este texto una nota que cita un estudio de Alfonso Herrera Franchutti, quien aclara que este poema fue escrito por Martí en días de inactividad literaria por encontrarse "postrado en el lecho del dolor a causa de una grave enfermedad que recogió en las canteras de San Lázaro" según informa la Revista Universal. Durante ese mes de 1876 no aparecen otras publicaciones de Martí, excepto ésta.
Y. J. Hall
4 añosNo se imaginaba Carmen entonces la vida de esposa abandonada y "madre soltera" (usando la jerga actual) que le esperaba años después en el Camagüey. La historia de Carmen y José Julián en casi nada se parece a la de Amalia e Ignacio. Amalia fue afortunada en el amor; Carmen, muy desdichada.
María Antonia Borroto
4 añosY aun así mantuvo una lealtad admirable a su Pepe y a su memoria. Y es sabido que educó a José Francisco en el respeto y en el amor a su padre; es muy sintomático que éste se incorporara a la contienda del 95 con apenas 18 años y que la haya concluido con los grados de capitán.
María Antonia Borroto
4 añosSiempre me ha parecido una mujer admirable. Sus cartas muestran una prosa muy correcta, amén de mucha energía y mucha pasión. No es el suyo el tono que uno suele esperar en una señorita del siglo XIX cubano.
Lourdes Fernandez
4 añosHermoso!! ❤
Maritza Betancourt Bernal
4 años"Es tan bella mi Carmen es tan bella..." Qué hombre tan sensible, qué amor !!!
Maritza Betancourt Bernal
4 añosY que actualidad que nunca muere
María Antonia Borroto
4 añosTambién me llama la atención la brevedad de la carta de despedida de Martí a su hijo y la franca ternura, ternura filial, de las dedicadas a María Mantilla. Sé que me estoy metiendo en terreno peligroso, pero las cartas, tanto esas que menciono, como las de Carmen a su esposo en las que le reclamaba el cumplimiento de sus deberes como padre, muestran que para ella nada fue miel sobre hojuelas. Hasta la posteridad se ha mostrado muy mezquina con su recuerdo.
Henry Mazorra
4 añosMe parece uno de los poemas más flojos que he leído de Martí. De tanto que admiro a Martí más insisto en verlo como un hombre de carne y hueso, con todos sus matices, si comentamos este poema que se ha publicado creo que también deberíamos comentar este: Me casé,? Yo me casé Con un cestillo de nubes: Y en la noche de mis bodas Vi que era un cesto de cintas azules. Y vi el cesto, yo lo vi A la luz de la tormenta, Y hallé—no hallará la muerte! Que era un cesto de cintas muy negras.
María Antonia Borroto
4 años@H. Mazorra Esa es la imagen que ha prevalecido a propósito de Carmen: la del esposo decepcionado. Creo que en aras de ver a un Martí de carne y hueso, con todos sus matices, la mirada de Carmen pudiera sernos de gran ayuda. Mantente atento a las próximas publicaciones de El Camagüey.
Y. J. Hall
4 añosTampoco los poemas tienen que ser reflejos de las vidas de los poetas. Los poemas son, más que nada, creaciones artísticas. De todas formas, yo no creo que Martí estuvo enamorado de Carmen. (Al menos no por mucho tiempo.)
María Antonia Borroto
4 años@Y. J. Hall Tengo esa misma percepción, aunque no podemos ignorar páginas suyas donde la elogia, y otras en las que la menciona y se confiesa enamorado. Pienso en las que escribió en Isla Mujeres y en cartas donde habla del valor de Carmen, pues las circunstancias del viaje a Guatemala fueron terribles y ella se mostró muy temeraria. Y hay algo que tampoco podemos desestimar: los esfuerzos por estar juntos. Ahora mismo, al hacer la página de autor de ella (pues en breve publicaremos una carta suya) reparé en que ella se le unió en tres momentos, la última vez en 1891. No creo que haya sido una intención sólo de ella, también me parece significativo que él no le perdonara a Enrique Trujillo que la hubiera ayudado en su regreso definitivo a Cuba.
María Antonia Borroto
4 añosVeamos el asunto varios años después y desde la perspectiva de Carmen: https://bit.ly/3ogelHK
Henry Mazorra
4 añosSegún percibo para todo el mundo el poema que propuse resulta reproche de Martí a Carmen. No logró verlo totalmente así. Yo digo que Martí, cuando lo deseaba, era inescrutable. Y para mi en ese poema está más hablando con él mismo que dirigiéndose a Carmen.
Mirtha Hidalgo Pedroarias
4 añosSigo diciendo que la historiografía cubana tiene una deuda no saldada con Carmen Zayas Bazán, y urge saldarla
María Antonia Borroto
3 añosEstos versos son anteriores a la durísima carta que Carmen le enviara unos años después, ya publicada en El Camagüey. Al escribir estos versos el suyo era un amor en flor.
Axel Li
3 añosY añadiría, María Antonia: Y un poquito después de 1876, el “ambiente” es similar, cuando en La Habana son retratados para sus recuerdos, para la posteridad… Me refiero a las fotos 12 y 13 de la iconografía martiana –impresa en 1985– y a aquella de Carmen con su bebé vestido con la misma prenda que visualizamos en esas dos imágenes. Aludo al asunto, además, porque resulta muy extraño no pensar que aquel mismo día los tres pudieran, tal vez, quedar fotografiados a la vez… Es una foto que no conocemos. Es una posible que ¿sí? pudo ser. ¿Solo los padres con el hijo?, ¿ellos por separado? Carmen y el niño, una foto; Martí y el niño, dos fotos: ¿y por qué no juntos los tres? La imagen que abre/encabeza el presente texto es una fotocomposición y que, en el imaginario, pasa como una certeza fotográfica. Apenas es eso: una simulación, una casi licencia histórico-visual. Un truco para llenar un “vacío”, a causa de la ausencia del testimonio con/de ellos tres. Juntos fueron al Estudio Fotográfico. Voluntad y deseo tuvieron para hacerlo como constancia de una familia en formación. Eran felices. Allí quedaron logradas, al menos, tres instantáneas en 1879. Mas, ¿solo esas? Junto a su hijo, Martí sonríe sentado en el piso. Es algo de lo que tenemos de aquel “paseo” a la inmortalidad visual.
Teresa Fernandez Soneira
1 añoFue Carmen una mujer fuerte pero que quería tener a Martí con ella siempre. No aceptó, no quiso comprender los ideales por la independencia de Cuba de su esposo, quien estaba totalmente entregado a su patria. Creo que hombres como Martí no deberían casarse porque sufren ellos y sufre la familia a la que no pueden atender.
Elinor Pérez
1 añoMe pareció excelente publicar el poema "Carmen", sabes, María Antonia, cuánto la admiro, y a la vez me molesta que muchos repitan la coletilla de que no comprendía los ideales del esposo. Si se revisan las cartas escritas por Martí desde Guatemala a Manuel Mercado, se verán puntos de contacto con el poema "Carmen" en cuanto a la pasión que dice sentir por ella y la ilusión por la cercana boda, pero hay una sumamente reveladora donde le cuenta a su amigo acerca del regreso de los dos a Guatemala, recién casados. Un viaje duro, tienen que caminar algunos tramos; creo que incluso describe cómo sortearon las piedras de un río para cruzar al otro extremo, elogia a Carmen por su entereza. Las cartas posteriores tienen un tono diferente cuando la menciona, como si el globo de aquella pasión se hubiera desinflado. Pienso que las carencias económicas y espirituales comenzaron para ella desde entonces, lo ganado por Martí en la escuela Normal de Guatemala cubriría los gastos de la boda pero no mucho más.