Olas de gordo aceite son mis días:
pasan tan lentamente que no pasan.
Los hombres a mi lado miran, pasan,
lentos también como mis lentos días.
El futuro está ahí, lleno de días,
pero es un duro charco: por él pasan
lentas sombras de sueños cuando pasan…
Nocturnos cielos cúbrenme los días.
Comentarios
Jaine Labrada Ching
2 añosHermosísimo!!! Gracias!!!
Romel Hijarrubia Zell
2 añosNo es mi poeta preferido, pero tiene páginas de gloria. Esta es una de ellas. R.
Alfredo Jiménez
2 añosMagnífica oda al hastío. Los días del Poeta Nicolás Guillén no son diáfanos y frescos como el agua que retumba en olas incesantes, cuando hay una motivación ejerciendo dinamismo. Son densos, oscuros, pesados, oleaginosos, se mueven como un charco viscoso, apenas por la acción de la gravedad, más parafina que líquido desparramando su oscuro transcurrir por los rincones, sin mayor esperanza de cambiar su consistencia. Pero el modo de exponer la situación es muy original: un soneto hecho a base de la rima consonante de dos palabras: "pasan" y días", resulta sorprendente que no suene repetitivo, al contrario, es de una musicalidad muy atractiva y de una especial melancolía; la reiteración de las palabras nos da el efecto de los días iguales y la promesa de más jornadas sin cambio. Inevitable "nostalgia por un porvenir" sin esperanza. Sin embargo hay una parábola reflexiva: Así como las dichas pasan y pasaron también los sabios que le enseñaron sobre la vida, él "abordo de sus días" de "nocturnos cielos" también llegará al fin del viaje. Tan lentos que aparentan inmovilidad, "pasarán sus días". Pues un sabio cuyos días han pasado ya en este mundo, nos dijo que "Todo es relativo y nada es eterno". (Tomado de Poéticous)
Alma Flor Ada
2 añosGracias por añadir la voz y musica de Pablo a este poema extraordinario
Alma Flor Ada
2 añosLa ceniza en la ceniza de los días es en este caso ceniza célebre, digna de admiración y gratitud... y me evoca las palabras de Quevedo
Alma Flor Ada
2 años"polvo seré mas polvo enamorado" tus cenizas, admirado Nicolás Guillén, serán cenizas fecundas.