Confíame diez pesos
que el destino travieso me coloca
bien lejos de aquí.
Mañana es que me muevo
y tomo el tren lechero a una provincia
nueva para mí.
Un amigo distante,
escritor y comediante,
me pide que le vaya a musicar
la letra de su drama
y aquí voy con buenas ganas
de ayudar.
Voy atravesando valles,
voy parando en el batey,
voy fijando mil detalles,
voy camino a Camagüey.
Voy imaginando cantos,
voy como prefiero ir,
voy a bordo del encanto,
voy soñando el porvenir.
Avisa a quien tú sabes
y dile que la llave se la dejo
donde suele estar.
A ver si acaso acude
y se le va la nube
en lo que vuelvo de mi laborar.
La única amargura
que me llevo a la aventura
es esta majadera incomprensión.
Ve y dile que por eso
cuando me marché era un beso
en mi canción.
Voy atravesando valles,
voy parando en el batey,
voy fijando mil detalles,
voy camino a Camagüey.
Camino a Camagüey
16Camino a Camagüey
16
Voy imaginando cantos,
voy como prefiero ir,
voy a bordo del encanto,
voy soñando el porvenir,
soñando el porvenir,
soñando el porvenir.
Partitura tomada de Emilio Cueto: Camagüey en la música. Selección de partituras. Camagüey, Editorial Ácana, 2014, pp.63.
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Comentarios
María Antonia Borroto
4 añosHace diez años, en una entrevista que le realizara Saulo Antonio Fernández, Silvio comentó algunas de las circunstancias de este viaje: “Eso tiene que haber sido en 1968 ó 1969. Posiblemente cuando viajé a grabar las canciones que había compuesto para la obra, entre las que estaba «Buena mañana tenga febrero». Recuerdo el tren atestado de personas hasta el techo, como esos que salen en las películas de la India. También recuerdo que no llegaba nunca porque paraba en todas partes y que, vencido ya por el cansancio, me quedé dormido abrazado a un tubo que brotaba del techo, después de pasarle alrededor el cinto, para no caerme”. La obra en cuestión es “El cuadrilátero”, de José Rodríguez Lastre, Nikitín. En otros fragmentos de la entrevista —“La soledad… para un creador también puede ser muy útil. Breve cita con Silvio Rodríguez”, publicada en el número 8 de la revista de literatura y arte La Liga en 2010—, el trovador también refiere sus impresiones del ambiente cultural de la época en Camagüey: Silvio: “Estaba el Conjunto Dramático de Camagüey, que tenía un excelente director, Pablo Verbisky, además de muy buenos actores. Ellos tomaban en cuenta lo que escribían jóvenes de voces diferentes, como José Rodríguez Lastre. La discutida puesta en escena de «El Cuadrilátero» lo demuestra. Creo que por entonces también se estaba iniciando el Ballet de Camagüey, dirigido por el gran Fernando Alonso. Cerca estaba Samuel Feijóo, al frente de la Universidad Central, lanzando número tras número de la revista Islas. Supongo que Miguelito Escalona estaría escribiendo sus primeras canciones, aunque fue en 1970 cuando lo vine a conocer. Todo eso suponía un panorama cultural muy interesante en la región". Saulo: “Como todos sabemos los sesenta fueron años convulsos en el plano cultural. ¿En qué medida su colaboración con José Rodríguez Lastre en «El cuadrilátero» refleja el espíritu de confrontación que primaba en los intelectuales cubanos de aquellos años?” Silvio: “Por una parte, Emilia Sánchez me había hablado de Lastre, Nikitín. Por otra, el prestigio de Pablo Verbisky acabó de reclutarme. Por entonces empezaba la experiencia de la Teatrova en Santiago de Cuba, y Teatro Estudio nos hacía espacio, en La Habana. Por aquellos años, a falta de difusión en los medios, el teatro fue una vía de expresión para algunos trovadores. Podría decirse que lo que entonces empezaba, y era considerado «diferente», se identificaba entre sí y establecía formas de colaboración”. Saulo: “¿En qué medida el contacto con nuestra provincia influyó en la conformación de su obra posterior?” Silvio: “En el Camagüey se han escrito páginas de nuestra historia que, como cubano, es imposible pasar por alto. También se trata de una tierra de poetas que admiro, como Guillén, Ballagas, Escardó. Agramonte fue un héroe de mi infancia, alguien que me inspiraba deseos de imitar. Cuando me pidieron que hiciera la canción (se refiere, por supuesto, a «El Mayor»), la emprendí casi como un predestinado. Lo difícil fue escoger entre tanto material real y subjetivo, entre la lucidez y la emoción. Para colmo de vínculos, cuando era adolescente y estaba en el ejército, me hice amigo de Emilia Sánchez, camagüeyana de pura cepa que ama entrañablemente su terruño, cosa que inculca con naturalidad, sin el vulgar proselitismo. Sin duda también pasan por su amistad, por ella misma, muchas buenas cosas que he podido sentir por Camagüey”. Saulo recibió las respuestas a su cuestionario precisamente el 2 de febrero de 2010.
Isa
11 meses@María Antonia Borroto: Gracias por regalarnos está maravilla de recuerdos y remembranzas.
Lourdes Fernandez
4 añosMaravilloso, el gran Silvio, uno de los grandes de mi Cuba.
Alma Flor Ada
4 añosNuevamente agradecida por sus explicaciones que enriquecen tanto el contenido de los textos publicados. Para mí, en este difícil tiempo de la pandemia tan mal contenida, y de tanto desatino contra la naturaleza, El Camagüey ha sido un regalo maravilloso, enriquecedor desde todo punto de vista, y un consuelo por no haber podido regresar fisicamente como pensaba hacerlo hace un año, al Camagüey, donde anímicamente sigo y seguiré viviendo siempre. Un afectuoso saludo, con todo buen deseo.
Elinor
4 añosLa segunda parte de esa agradable historia es poco conocida: José Rodríguez Lastre, el dramaturgo a que hace referencia Silvio en la canción, fue "desterrado" a Santiago de Cuba después de la puesta en escena de la obra El Cuadrilátero, vetada por los especialistas de Cultura de aquel entonces y por la Seguridad del Estado. Él, como otros jóvenes que pensaban diferente y lo expresaron con entera sinceridad fueron enviados a esa ciudad oriental con el cartelito de "diversionismo ideológico".
María Antonia Borroto
4 añosVacilé al poner mi like en su comentario, que completa esta historia, apenas recordada hoy en día. Es que lo que cuenta no me gusta, no me puede gustar. Ya tenía noticias de esos sucesos, y sé cuánto marcaron al teatro en Camagüey y sobre todo a quienes los vivieron en carne propia. Recuerdo haber escuchado de Desiderio Navarro, una de las personas que con más vehemencia denunció la obcecación de esos años, que las lamentables políticas que condujeron a la llamada "parametración" y que desembocaron luego en el llamado quinquenio gris, tuvieron su comienzo, tal vez su laboratorio, precisamente aquí, en Camagüey. Es realmente muy triste.
Y. J. Hall
4 añosEl poner "like" no necesariamente significa que te guste literalmente lo que se cuenta en lo que lees sino que apoyas al que lo dice. Y en el caso de Facebook, también cuentas con la carita de indignada, por si quieres dar idea de lo que sientes.
Henry Mazorra
4 añosCreo que todos los camagüeyanos que admiramos la obra de Silvio sentimos ese poquito de orgullo-vanidad por esta canción. Es rarísimo que el nombre de una ciudad aparezca como protagonista en alguno de sus textos. Puedo mencionar “Yo entré por San Antonio de los Baños” pero no recuerdo alguna otra.
María Antonia Borroto
4 añosY el arreglo musical es precioso. Me encanta la manera en que se incorpora ese peculiar sonido del tren.
Y. J. Hall
4 añosLeyendo nuevamente el comentario de Elinor, he recordado que una vez Martí dijo en La edad de oro: "Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía. En América no se podía ser honrado, ni pensar, ni hablar. Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado. Un hombre que obedece a un mal gobierno, sin trabajar para que el gobierno sea bueno, no es un hombre honrado. Un hombre que se conforma con obedecer a leyes injustas, y permite que pisen el país en que nació los hombres que se lo maltratan, no es un hombre honrado... Hay hombres que viven contentos aunque vivan sin decoro. Hay otros que padecen como en agonía cuando ven que los hombres viven sin decoro a su alrededor. En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres son sagrados..."
Ada García
4 añosComo siempre las verdades de Martí han hecho historia.
Ada García
4 añosVoy atravesando valles, voy parando en el batey, voy fijando mil detalles, voy camino a Camagüey. Voy imaginando cantos, voy como prefiero ir, voy a bordo del encanto, voy soñando el porvenir,
Ada García
4 añosLleno de sueños, va camino a Camagüey...
Bolivar Barroso López
4 añosEl Silvio Rodríguez, excelentísimo cantautor, y estos maravillosos trabajos me hacen sentir feliz de su brillo al publicar estos artículos que hacen palpitar mi corazón de emoción y sueños. Gracias
Acela Margarita Ramírez Almanza
4 añosMagnífico cantautor
María Antonia Borroto
4 añosCamino a Camagüey soñando el porvenir... Soñando el porvenir camino a Camagüey... Creo que la combinación de esas dos ideas nos acerca a lo que es El Camagüey. Tal vez nosotros, y quienes con nosotros van, estemos "a bordo del encanto". Quién sabe...