Pepe:
Ante todo deseo desde el mes que viene no recibir mesada ninguna. Cuando le pedí los treinta pesos no sabía que V. no trabajaba en casa de Appleton y si quiere ver las fechas de mis cartas verá que son anteriores a su aviso.
Pepe:
Ante todo deseo desde el mes que viene no recibir mesada ninguna. Cuando le pedí los treinta pesos no sabía que V. no trabajaba en casa de Appleton y si quiere ver las fechas de mis cartas verá que son anteriores a su aviso.
Si V. y yo vivimos alejados no es sin dudas por faltas mías pues en haber sido intachable tengo todo mi orgullo. En nada y de nada tengo que culparme pues cuando me casé con V. hasta de mis más pequeños gustos prescindí, y anulé de tal manera mi personalidad que cualquiera hubiera sospechado no era yo capaz de un pensamiento propio: lo que hice al principio con placer llena del amor inmenso que le tenía, mi abnegación de madre me dio fuerzas para llevarlo a cabo después; y como al casarme con V. sólo busqué en el matrimonio la felicidad en un hogar modesto que según mi pensamiento debía haber bastado siempre a V., como sin duda me bastó a mí, no es natural que cuando V. cambió tan presto y me abandonó a mis lágrimas y me dio una muerte civil espantosa dejándome sin posición fija en [la] sociedad, quisiera yo para consuelo en una desventura tan grande poder gastar unos cuantos pesos que recibirlos en esta extraña situación cuesta violencia suma. O V. nunca ha sabido quién soy yo, u obra con mala fe manifiesta suponiéndome mezquindades que cuesta rubor hablar de ellas. No sé si es por mi padre o por mí que dice V. debía avergonzarnos admitir lo que V. envía con esfuerzo, a mí ni a V. nos han exigido nada aunque yo desde que llegué comencé a hacer los gastos del niño. Si heredaré poco o mucho no lo sé, pero confieso que deseo sufrir muchas agonías y poder dar a mi hijo ese dinero. Ninguna ilusión me he hecho de lo que V. gane pues aunque fueran miles de pesos, yo no recibiría nunca dinero de un hombre que no es mi esposo sino por el lazo de mi hijo; sería mengua que yo aceptase su trabajo ofrecido a un lazo indisoluble por punto de honor y no por cariño: si he aceptado ha sido en nombre de mi hijo. Para nada necesito ese su horrendo sacrificio de vida que me ofrece ni [que] se juzgue esclavo mío desde que supe que su alma no entendía la mía no me creo en derecho de pedir nada y muy ofuscado debe andar su espíritu cuando me ha escrito ésto. Si recibí y pedí cuando me faltó la mesada es porque yo tengo mi mo[do] de apreciar los deberes distinto del suyo, pero eso no hace pues de ello no hablaré más. No tema que piense volver; repito que sí quise venir, pues eran muchos los tormentos que en un país extraño sin amigos sin conocer el idioma y enferma sufría, a más de los que con V. de diario me preparaba. Cualquiera que supiese que este anhelo mío por venir a mi tierra al lado de mi padre para vivir en el encierro en que corre mi vida era mirado como una [deteriorado el original, posiblemente decía “grave”] falta que me echa V. en cara [deteriorado el original, posiblemente decía “es sin”] duda en mí donde está la culpa. Mi vida siempre será aquí así, enteramente dedicada a mi hijo; no amo ni [deteriorado el original, posiblemente decía “ambiciono el”] lujo ni la sociedad de que tan apasionada fui antes de casarme con V. y en cuanto a amores, no soy yo de las mujeres que son engañadas dos veces. Seré orgullo de mi hijo así, puede V. siempre tenerme no respeto, pues de V. más que de nadie merezco admiración.
De mi hijo esté tranquilo, en mi alma no caben miserias: lo enseñaré a que lo ame siempre. A Dios le pido que le dé una mujer muy semejante a su madre y que nunca permita que sea tan loco y tan ciego como su padre.
Será desde hoy el niño quien siempre le escriba, sólo en caso contrario lo haré yo, le ruego conteste a él con más frecuencia.
Carmen
Puerto Príncipe, Mayo 13 de 1886
Copiado de una fotocopia del manuscrito original que se atesora en la biblioteca especializada del Centro de Estudios Martianos. Tomado de Luis García Pascual, compilador: Destinatario José Martí. 2da. Edición. Ediciones Abril, La Habana, 2005, pp.177-178.
Comentarios
María Antonia Borroto
4 añosLa impresionante pintura de Hammershøi expresa muy bien la desolación que recorre esta carta. Un detalle me llama la atención: Carmen habla del hijo en común como si sólo fuera suyo. Y al mismo tiempo asegura que le enseñará a amar a su padre, lo que, efectivamente, hizo.
Y. J. Hall
4 años...y lo llama loco y ciego.
Romel Hijarrubia Zell
4 años@María Antonia Borroto Carmen vivió siempre enamorada de Martí: fue una buena madre y una mujer entera, de un sólo amor, que más de una vez trató de reconquistar. Martí, por su parte, solamente tenía un gran amor: la libertad de Cuba. Desde niño, está su carta a la madre: "“El amor, madre, a la patria no es el amor ridículo a la tierra, ni a la yerba que pisan nuestras plantas; Es el odio invencible a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca ”
Beatriz M Goenaga
4 añosEsa carta, que no conocía, me ha conmovido mucho. “Valor de Carmen “, citando al apóstol.
Linet Hernández
4 añosDolor, dignidad y carácter de Carmen. Muy conmovedora carta.
Y. J. Hall
4 añosCurioso cómo lo trata de Usted y empieza llamándolo Pepe.
María Antonia Borroto
4 años@Y. J. Hall Es una carta muy digna y, sin que le reste altura moral, con las ambivalencias propias de una crisis de ese tipo. Ella reconoce con tremenda entereza haberlo amado muchísimo y, aunque decepcionada y dolida todavía lo amaba. Eso hace tan intensa y terrible esta carta. Tan sobrecogedora.
María Antonia Borroto
4 años@Y. J. Hall Y el tono, por demás, es tan diferente al de la muchacha enamorada que también sin cortapisas confesaba su amor. Nada, al pan, pan y al vino, vino: esa era Carmen. Sincera y vehemente.
Romel Hijarrubia Zell
4 años@Y. J. Hall Para un cubano, es automático tratar de UD. a una persona que NO es su amigo, ni un allegado. También es automático trata de "tú" aquel del cual, por cualquier causa te sientes cercano, aun sin ser amigos. Carmen comienza por Pepe por la emoción y la cercanía a ella. Termina con el UD. cuando al rememorar los hechos se siente herida. En España trató de UD. a casi todas las personas, aun aquellas que debieran ser cercanas, pero no siento mis posibles amigos o cercanos. Eso me ha traído algunos conflictos con personas aparentemente afines. No sé si las actuales generaciones mantienen esa diferencia un tanto sutil. Lo dudo. El enfoque de María Antonia es más lógico y gramatical que el mío, pero es así como lo siento. R.
Y. J. Hall
4 añosHola @Romel: Yo soy cubano (nacío y criao) y toda mi familia vive ahora en España. Curiosamente, en España (al menos en Madriz) no es común tratar a la gente de usted/ustedes.
Yesabel Rodriguez Castañeda
4 añosMe ha gustado mucho esta carta. Nos muestra una Carmen real, una mujer digna con los mismos avatares que sufren hoy las madres que, por diferentes motivos, han tenido que enfrentarse a la angustiosa y difícil tarea de criar y educar a un hijo sola. Aquí se ve a la mujer y al hombre de carne y hueso que fueron Carmen y Martí porque no todo es solo bueno o solo malo en la vida. Los valores del blanco al negro que producen el contraste son los que permiten ver el volumen de los objetos
Henry Mazorra
4 años@Yesabel Rodriguez Castañeda Esa última oración tiene toda la poesía que quería expresar cuando propuse un acercamiento al Martí "de carne y hueso". Lástima que nadie se lanzó con más sobre el poema que dejé allí, porque me parecía más poema que el "Carmen", y porque me parece que puede tener tantas lecturas, no solo la de reproche a Carmen.
Ada García
4 añosCarta real que refleja la realidad de la vida, aunque su protagonista sea el mismo José Martí.
Ada García
4 añosLa diferencia es que en la actualidad muy pocas mujeres renunciarían (si tienen hijos), a su mesada por estar separadas o divorciadas.
Romel Hijarrubia Zell
4 años@Ada Zoe Es tremendamente difícil para una mujer con hijos, sin ingresos económicos propios, y aun teniendolos en el siglo XIX o principios del XX, separarse de su compañero. No obstante, muchas lo hicieron y afrontaron a la Sociedad y sus prejuicios. Hoy existen mecanismos sociales de apoyo a la familia uniparental que ayudan a la mujer a tomar estas decisiones, aunque sigue siendo mal visto por parte de la Sociedad. No importa: ninguna persona debiera estar condicionada en su vida y la de sus hijos por "el que dirán", ni sometida a la tiranía de otra. He conocido algunas cuantas luchadoras y son de admirar su fuerza de voluntad y entereza. R.
Lourdes Fernandez
4 añosHermosa carta, que entre muchas otras cosas, también enseña sus valores como persona.
Henry Mazorra
4 añosEstirpe de camagüeyana la de Carmen. Admiro la entereza con que asume su decisión de regresar a Cuba.
Janet Rodríguez
1 año@H. Mazorra: ¿Y qué es lo específicamente camagüeyano? ¿La dignidad? ¿Las no camagüeyanas no actuarían así? No entiendo el punto.
María Antonia Borroto
4 añosCarmen tenía mucho en juego. Estar separada de su esposo implicaba, como ella dice, una muerte civil. Existe un documento de la abogada y periodista Ofelia Domínguez que, aunque es muy posterior, permite entender este asunto. A la luz de hoy asombra saber que, aún en 1929, una mujer no podía representarse a sí misma, siempre debía hacerlo el padre, el esposo, un hermano o un hijo, que sus bienes realmente no eran suyos sino que debían ser administrados por un hombre, que no podía divorciarse por decisión propia... Y otras tantas cuestiones que ahora no recuerdo muy bien y que me hacen suponer cuan amargo debió haber sido para Carmen ese regreso, sobre todo por la difícil relación con su propia familia. Momentos hubo en que ni siquiera pudo vivir en la casa paterna.
María Antonia Borroto
4 añosA veces, frente a las feministas de los años veinte y treinta del siglo XX, una reacciona con cierto asombro, casi hasta con sospecha, olvidando la casi absoluta falta de derechos civiles de las mujeres en esa época. No hace mucho escuché o leí algo muy cierto y hasta simpático: gracias al feminismo y sus batallas las mujeres podemos incluso criticar y distanciarnos del feminismo, paradójico pero cierto.
Janet Rodríguez
1 año@María Antonia Borroto: Tiene usted mucha razón. Pobres feministas, todos hablan mal de ellas. Los propios hombres tienen mucho que agradecerle al feminismo del principios del siglo XX.
Abdel Martínez Castro
4 añosCarmen le pide en esta carta al autor del Ismaelillo que tenga a bien responder con más frecuencia a su hijo. Nos enseñan a leer el Ismaelillo como una obra del amor. Después de esta carta, no lo volveré a leer igual. Veré amor, sí, pero también la culpa de un padre irresponsable, en esos versos en los que se refugia el apóstol "espantado de todo". Quizás incluso espantado de sí mismo.
Y. J. Hall
4 añosMartí estaba en una situación muy complicada. Es cierto que no fue buen padre ni esposo, pero probablemente sí sentía pesar por la lejanía de su hijo porque él era un hombre bueno. Es un tema que me interesa mucho y del que quiero saber más.
Abdel Martínez Castro
4 años@Y. J. Hall No se puede hacer familia con sobrantes de tiempo y recortes de esfuerzo. Quizá el error de nuestro Martí fue el de ajustarse al guión sociocultural (todavía vigente) de que hay que casarse, reproducirse... Si no lo hubiera hecho, se hubiera ahorrado esos profundos remordimientos que de seguro arrastró, porque era un buen hombre, con vergüenza. De paso Carmen y el hijo no hubieran padecido como bien lo refleja esta carta.
Y. J. Hall
4 años@Abdel Creo que simplificas demasiado las cosas. Hablas como si Martí fuera uno de tus vecinos. No pierdas la perspectiva de que estás hablando de un hombre muy, pero muy, extraordinario.
Y. J. Hall
4 añosAgramonte, por ejemplo, tampoco “hizo familia” (usando tu expresión). Ni siquiera besó el cachete de su hija Herminia. Tal vez tuvo la suerte de que lo mataran pronto para evitarse el deterioro de su matrimonio. ¿Quién sabe? Su matrimonio con Amalia realmente duró poco más que la luna de miel.
Y. J. Hall
4 añosEl tema definitivamente merece mucho más que saltos abruptos a calificativos como "padre irresponsable"—que pudo haberlo sido, pero al menos yo no tengo los detalles que me permitirían llegar a esa conclusión tan fácilmente. Tal vez El Camagüey nos ayude a dilucidar el caso.
Abdel Martínez Castro
4 años@Y. J. Hall Son grandes hombres, hacen grandes renuncias por sus ideales. Esa perspectiva la tengo muy clara, aunque quizás mi comentario no se haya enfocado en ella. Estamos de acuerdo en todo. Sólo me enfoqué en el personaje de Carmen, miré las cosas desde su punto de vista, influido por la carta, que al menos a mi me asomó a esas pocas sombras del apóstol. Como ya alguien comentó, esas sombras le Dan volumen, color, temperatura. Lo sacan del mármol y nos lo devuelven humano, como cualquier vecino. Es lo mismo que siento al ver El ojo del canario, que tan bien nos muestra ese conflicto tan profundo entre el revolucionario y el hijo, el hermano. La carta de Carmen nos muestra la misma contradicción pero con sus roles de padre y esposo.
María Antonia Borroto
4 años@Abdel Martínez Castro Y ese reclamo de responder más a menudo al hijo también está en las cartas de Leonor a Pepe (lo escribo así porque así lo llamaban).
Beatriz M Goenaga
4 añosLeí una carta de Fermín Valdés Domínguez, no recuerdo el destinatario, en la que se refería a Carmen en tono de gran reproche por su conducta hacia Martí. En cambio ponderaba a Carmen Millares por su dedicación al Apóstol. Me pareció injusto, en lo tocante a la camagueyana y me hizo pensar que quizás toda el discurso posterior, acuñado todavía hoy, sobre la Zayas Basan pudo haber surgido de comentarios subjetivos de personas de la época y que a nuestros ojos actuales no se sostienen.
María Antonia Borroto
4 años@Beatriz M Goenaga Es muy posible que así haya sido. En situaciones como ésas las personas cercanas suelen parcializarse en favor de uno o del otro miembro de la pareja disuelta. Y aun cuando a alguien hubiera podido parecerle reprochable la actitud filial de Martí, su condición heroica lo disculpaba. Sobre todo en la posteridad fue así. En esto también influye la idealización de los héroes, su conversión en seres de otro mundo. Estos asuntos apenas se han debatido. Y no dudo que para algunos de nuestros contemporáneos las opiniones aquí publicadas y el hecho mismo de elegir la carta resulten incluso sacrílegas.
Yesabel Rodriguez Castañeda
4 años@Beatriz M Goenaga No me extraña que reproche a Zayas Bazán. Probablemente en la época era perfecramente reprochable la actitud de Carmen no solo por abandonar a Martí en medio de su ajetreo patriórico sino sencillamente porque abandonó al esposo. Es la visión de un hombre que defiende a otro a fin de cuentas. Y creo que es por eso también que pasó a la posteridad la mala fama de Zayas Bazán: por los criterios masculinos que prevalecieron recriminándola y por mujeres que la incomprendieron y se hicieron eco de los reproches.
Beatriz M Goenaga
4 años@Yesabel Rodriguez Castañeda concuerdo contigo. En definitiva estamos hablando de correspondencia privada que ha dejado de serlo. Yo me siento siempre intrusa cuando leo el epistolario ajeno. En lo tocante a la carta del gran amigo de Martí, gran patriota también, fue la comparación entre las dos mujeres lo que más me molestó .Reconozco que influyen en mi actitud también subjetividades, una de ellas el ser camagueyana.
Javier Vázquez
3 años@Beatriz M Goenaga Me encantaría leer esa carta. ¿Dónde podría estar?
María Antonia Borroto
4 añosEn esa joyita que es "Destinatario José Martí", de ese gran martiano que fue Luis García Pascual, descubro una pequeña esquela de José Francisco Martí Zayas-Bazán a su padre. Está remitida desde Puerto Príncipe y fechada el 7 de agosto de 1886: "Papá, yo te quiero mucho. Cualquiera cosa que tú me mandes me gustará mucho. Mamá sabe que nunca pasa un día sin acordarme de ti. Dicen que soy tu retrato y estoy contento. Muchos besos de tu hijito, Pepe." Es la carta que aparece a continuación, en "Destinatario...", de la misiva de Carmen publicada íntegramente aquí, en El Camagüey. Esta cartica de Pepe Martí Zayas-Bazán es la única que, según veo, aparece en el libro.
María Antonia Borroto
4 añosA ésta de José Francisco le sigue una de Leonor Pérez, fechada el 23 de noviembre de 1886, donde le cuenta al hijo que el 20 "José (su yerno) se hizo cargo de recoger el bulto, y lo remitió ese mismo día para el Príncipe, por el expreso, pues salía vapor allá, de modo que lo más tarde el 23 recibiría el niño el juguete". Y también le cuenta que "José escribió a Carmen cómo lo había de recibir, y que diga si lo ha recibido, no sé si lo hará. Cuando recibí tu carta, estaba ya pensando si con la entrada del invierno habías enfermado, porque hacía 2 meses que no me habías escrito: no te descuides tanto, hijo, pues nunca falta un lugarcito". (p.179)
Mirlandia Valdés Florat
4 añosGracias por la publicación. Honro y respeto profundamente, con amor, cada una de las cosas que se nos revela. Así fue, de esos conflictos venimos y todas las fuerzas que los hicieron grandes nos impulsan.
Orlando Luis Pardo Lazo
4 añosTodas las mujeres con que José Martí tuvo sexo fueron mucho mejores seres humanos que El Apóstol de la Independencia de Cuba, esa guerra de rapiña que causó el genocidio del pueblo cubano y el comunismo contemporáneo. Martí supo que él traería desgracia sin fin a la familia cubana y española y china y negra. De ahí su suicidio tardío, que debió de hacer décadas antes, acaso en la misma Guatemala. Sus mujeres, que lo amaron sin excepción, buscaban ser personas felices ante dios y los hombres, en casa, sin careos ni cacareos, en un hogar humano construido como verdadero y bello, sin patrañas patrióticas y mucho menos con los manierismos literarios que Martí manejaba como un Makarenko avant Makarenko. La gloria del mundo que cupiese en un grano de maíz fue la gran mentira martiana. Él se sabía predestinado a la maldición de la gloria eterna. La ingratitud de los hombres fue la suya con el corazón de las mujeres que se enamoraron de él. Martí, misógino, por supuesto. Y, como tal, su amor fue a los niños.
Y. J. Hall
4 añosOrlando, a primera vista llama la atención todo lo que escribes por lo diferente del discurso. Unos segundos después, uno se da cuenta de que ninguna de las sentencias extraordinarias que planteas ha sido argumentada. Hay una frase en inglés que dice "outrageous claims require outrageous evidence", y éste es un caso en el que hay que aplicarla. Específicamente, éstas son las afirmaciones que necesitan algún tipo de explicación: 1. Todas las parejas sexuales de Martí fueron mejores seres humanos que él. 2. La guerra por la independencia de Cuba de España causó el genocidio del pueblo Cubano. 3. La guerra por la independencia de Cuba de España causó el establecimiento del sistema comunista actual. 4. Martí sabía que sus actos traerían desgracias sin fin a los cubanos. 5. Martí decidió suicidarse por las desgracias que les ocasionó a los cubanos. 6. Martí pensaba que estaba predestinado a la gloria eterna. 7. Martí fue un misógino. Te agradecería que me ilustraras un poco en el asunto o, al menos, que me ayudaras a hacer la tarea apuntándome a fuentes.
Alma Flor Ada
3 añosEntre las muchas ideas lúcidas de Martí, me ha admirado siempre sus palabras a María Mantilla, diciéndole lo necesario que es para una mujer valerse por sí misma, porque sólo así podría conocer el verdadero amor, el amor que puede una mujer vivir con libertad porque no depende de que un hombre la mantenga. Lo dice, por supuesto, con hermosas palabras y lo acompaña de sugerencias prácticas. Le sugiere a María que ella podria ensenar y le da ideas de como hacerlo, qué podría traducir y le da consejos que todo traductor debiera recibir, con sugerencias claras de qué libros leer y cuál podría traducir... nadie que lea las cartas a María Mantilla puede dudar de la capacidad de Martí de amar con amor de padre... Es el mismo padre que escribió Ismaeillo...
Alma Flor Ada
3 añosLas circunstancias de su matrimonio con Carmen y el alejamiento físico del hijo son dolorosísimas... pero no deben hacer olvido del resto de su vida con relación a las personas que tanto amó.
Teresa Fernandez Soneira
3 años@Alma Flor Ada yo creo que hombres de la talla y el ideal de Martí, no se deberían casar. Ponen demasiada presión sobre su familia, y son pocas las mujeres que aguantan una vida así, de entrega total a la Patria o a cualquier ideal.
El Camagüey
3 añosLos interesados en el tema pueden consultar también, aquí en El Camagüey, el precioso texto de Rafael Esténger, "Amor y mujeres en la vida de José Martí" (https://bit.ly/3nYWK9f).
Yanetsy Pino Reina
3 añosYa sabía de este asunto aunque no había tenido la oportunidad de leer la carta. Siempre me ha causado lo anterior a esta carta, o sea, los contextos y motivaciones que le hicieron escribir esta misiva. Durante mucho tiempo he oído con más frecuencia de la que me gusta, que Carmen nunca entendió la inmolación martiana; lo cual es muestra de un pensamiento patriarcal, centrista, a la hora de evaluar o juzgar los héroes, haciendo más bien culto a la personalidad para ocultar sus lados humanos, errores y mezquindades. Carmen fue una mujer de mucha clase, ética y valor y eso queda demostrado en esta carta. Yo sé de lo que habla, porque lo vivo. Es muy duro el desamparo de la maternidad por el hombre que una vez amaste. Quien no lo vivió, no lo siente.
Axel Li
3 añosDe su esposa recibió cartas similares, luego de la "ruptura". Hay que saberlas leer como documentos ya públicos e históricos. Parecidas son (muchas de) las de la madre, Leonor. La comunicación epistolar con ambas mujeres, y de ellas para él, es un conjunto historiográfico a medias. No todas trascendieron ni llegaron a manos de los Quesada. Leonor Pérez destruyó varias, de su hijo, en un instante de desdicha y voluntad personal: tenía y tuvo sus motivos. (Fue una temprana "limpieza", ocurrida en 1881.) Carmen Zayas-Bazán igual recibió mucho más de su esposo por la vía escrita. El hijo mutuo tampoco brindó, en su momento, todas las cartas de su padre que, según ciertas pistas (orales), hasta dibujillos tenían: Cintio y Fina jamás pudieron verlas, a pesar de que sabían quién las preservaba. Prosiguen inéditas. Ciertas cartas, más personales de y a Martí, son "enigmas" y lecciones.
Ania Ortega
3 añosTremendo cuando se leen las correspondencias cruzadas de Martí y las relacionadas con él. Cuando leí "Las enfermedades de Martí" del Dr. Luis Hodelin Tablada quedé muy impresionada con la vida de dolores y sufrimientos causados por las secuelas de dos graves enfermedades, que arrastró en toda su existencia, como consecuencia de los maltratos y abusos durante su castigo , a los 16 años, en las canteras de San Lázaro. Habría que contrastar fechas para verificar cuál era la realidad por la que atravesaba en aquella época referida en la carta de su esposa. Martí padecía de sarcoseles y sarcoidosis que, hasta su muerte, le afectaron la vista y otros órganos vitales. Por lo demás lejos estaba Martí de ser perfecto. Sus apreciaciones -erradas o no- sobre la posible conducta de Carmen, sólo evidencia que era un ser humano y que no estaba exento de percepciones, tal vez equivocadas, que seguramente muy bien podría explicar (si pudiera). Porque por daño no seria Tremendo cuando se leen las correspondencias cruzadas de Martí y las relacionadas con él. Cuando leí "Las enfermdades de Martí" de Hodelin Tablada mi visión de Martí fue más cercana todavía. Habría que buscar por las fechas qué situación estaba viviendo él en aquel momento pq siempre fue un hombre muy sufrido y afectado de salud Parecía sarcoseles y sarcoidosis que le afectaron la vista y los pulmones. no hay una sola frase ofensiva para la mujer en toda su amplia obra. Ahí están sus escritos y pensamientos que hablan por él.
Alma Flor Ada
3 añosGracias dobles: 1) por recordar lo que afectó a Martí el tiempo en que estuvo condenado al presidio político 2) por recordar también que en sus escritos no hay palabras ofensivas --y habría que añadir, y si muchas elogiosas – para las mujeres y las niñas. En La Edad de Oro hace mucho hincapié al explicar que escribe para los niños Y LAS NIÑAS [cosa que hoy todavía luchamos porque se diga, en contraposición a quienes siguen insistiendo en que la forma masculina incluye a las niñas). También son muy iluminadoras sus recomendaciones a María Mantilla en la tierna correspondencia que mantiene con ella, donde le insiste en la importancia de que se prepare y sea capaz de ganarse la vida para poder amar... porque sólo puede amar una mujer cuando no depende de que la mantenga un hombre.
Yamila Ferrá
3 años"Es mi Carmen tan hermosa..." Una mujer íntegra y digna. Tengo que volver sobre Martí, esta carta me ha impresionado. Gracias.
María Antonia Borroto
3 años@Yamila Ferrá Ese poema de Martí también está disponible en elcamaguey.org, acompañado de la preciosa versión de Amaury Pérez Vidal.
Fernando Ibarra
2 añosPreciosa y desgarradora carta de una mujer que se enamoró perdidamente de nuestro Apóstol, y que tuvo la dicha o la desdicha, por los prejuicios de la época, de ser la única esposa del Maestro. Una vez mas gracias a El Camaguey, por hacernos llegar estas publicaciones, que nos ayudan a entender y observar desde otra perspectiva a nuestros personajes históricos. La carta es breve, pero conmovedora, desde mi punto de vista, quiero destacar algunos rasgos de Doña Carmen: valor, amor, entereza, nobleza y honestidad.
Yoleskevy Rodríguez Cosido
1 añoMartí tenía un propósito con la Patria que se forjaba. Por tal motivo Carmen, y quizás por otros que no conozco, sufrió de amor. Esta carta es un desgarre del alma y demuestra el desencanto que sintió por el apóstol.
Orestes Cárdenas Sánchez
1 añoSin dudas Carmen Sayas Bazan fue una gran mujer, esposa y madre, con independencia de que no compartía las ideas de Martí. Pero si cumplió su promesa de no influir en las ideas de su hijo quien a temprana edad se incorpora a la lucha por la independencia de Cuba por la cual su padre ofrendó su vida. Pienso que Carmen se sintió abandonada, y así lo refleja,
Ernesto Aguero García
1 añoDos enfoques de cómo enfrentar la vida: Carmen a lo patricia camagüeyana , intensa en su dignidad de mujer herida y enamorada a pesar de todo. Martí, que salvo en momentos iniciales, se sintió, no enamorado, sino comprometido por honor, debe haber juzgado con severidad los reclamos de Carmen y su partida con ayuda de Trujillo y el cónsul español. Desde la óptica de la familia de ella (que también era la suya) y aun de su propia madre, el compromiso libertario de Martí era asunto de locura y ceguera que rechazaba la tranquilidad que da la solvencia económica por la vorágine de la lucha y el amor por otra mujer. ¿Quiénes somos para juzgarlos? ¿Quiénes somos para no quitarnos el sombrero ante sus imperfecciones?
Gaspar Barreto Argilagos
1 añoDebe estudiarse con el debido respeto la vida de Carmen Zayas Bazán, excelente esposa y madre a quien debemos el rescate de gran parte de la obra martiana. Crio a su hijo de manera que vino a libertar a su patria y ganó grado de capitán mambí. Enterró dignamente los restos de su esposo. Fue al matrimonio contra el criterio de su familia y vivió dignamente años de pobreza y sacrificio, no solo junto a Martí, sino también al volver a Puerto Príncipe, donde no estuvo de niña mimada sino cuidando de una anciana tía. Mujer del siglo XIX, nada se encuentra en su vida que pueda reprochársele, merece ser estudiada y respetada. Por cierto, Martí no necesita defensores que quieran ocultar las facetas de su personalidad que definen al poeta enamorado de la belleza, al conversador que encantaba los oídos femeninos, al hombre extraordinario que cursó en año y medio dos carreras en tierra hostil y sin dinero; al que sobró el tiempo para escribir lo que pocos son capaces de leer. Martí no necesita defensores que lo desfiguren, menos si son machistas o falseadores de la historia que quieren adorar figuras que no son humanas, ni reales. Debieran, quienes intentan con desacierto caminos de falsedad para defender a Martí, enfrentar la belleza de la mujer que escogió como esposa, no solamente la de una preciosa principeña, sino la de un carácter íntegro que crio un mambí, enterró a otro y supo mantener su dignidad de la forma que consideró correcta y más apropiada para Ismaelillo.