Hacemos nuestro el siguiente suelto del Avisador Hispanoamericano (sic) de N. York, en que se da la noticia del fallecimiento de una distinguida matrona camagüeyana.
Fallecimiento
A las diez y media de la noche del jueves último falleció repentinamente, en esta ciudad, la respetable señora doña Filomena Loynaz de Agramonte, natural de Puerto-Príncipe.
La señora Loynaz era la madre del ilustre prócer cubano Ignacio Agramonte. ¡Coincidencia singular! El entierro de aquella se verificará hoy, precisamente al cumplirse el décimo sexto aniversario de la trágica y noble muerte del hijo, que, en cumplimiento de su deber, fue arrebatado por bala contraria en los históricos campos de Jimaguayú.
El hijo no tuvo tumba. Sus restos, en átomos impalpables, volaron por el espacio. La madre, después de llevar el alma herida por tantos recuerdos tristes, ha venido a tener sepultura en suelo extranjero.
En este día, en que se conmemora un triste aniversario, para empezar otro, enviamos sentido pésame a la distinguida familia de la digna matrona finada, muy particularmente a los hijos legítimos y políticos de ésta, el doctor en medicina don Enrique Agramonte y el abogado don José G. Morales.
Damos nuestros más sincero pésame a las apreciables Sra. Doña Amalia Simoni y Srita. Doña Herminia Agramonte y Simoni, hija política y nieta respectivamente de la finada.
Tomado de El Pueblo, Año V, 24 de mayo de 1889, p.2, col.3-4.
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Comentarios
María Antonia Borroto
4 mesesFue muy emocionante descubrir este texto en las ya muy frágiles hijas del periódico El Pueblo.
María Antonia Borroto
4 mesesSu publicación es otra señal de los frágiles límites entre el autonomismo y las ansias independentistas, de la profusión con que circulaban aquí los periódicos norteamericanos y de que la censura no era, al menos en esos años, muy severa. Y no hablemos de la intensidad de los debates a propósito de las cuestiones cubanas. Muy aleccionador.
Rosa Ileana Boudet
4 mesesExcelente trabajo.