Es un periódico para los pequeños, que merece toda la atención de los grandes. Está muy bien impreso, muy bien escrito y mejor sentido. Lo redacta José Martí, que, en este primer número que tenemos a la vista, ha sabido adaptar maravillosamente su estilo vibrante y rico de color a la capacidad de los niños, y derramar los tesoros acumulados en sus vastas lecturas con abundancia y parsimonia a la vez. Será un periódico instructivo, útil y ameno, provechoso a la par para la inteligencia y el corazón. No quisiéramos que faltase en ningún hogar cubano.
Publicado en Revista Cubana, La Habana, t.X, no.2, pp.185-186, ago. 1889. Tomado de Acerca de la Edad de Oro. La Habana, Centro de Estudios Martianos y Editorial Letras Cubanas, 1980, p.45.
Comentarios
Y. J. Hall
2 añosEl nacimiento del libro más conocido en Cuba. Si no está en todos los hogares cubanos, al menos ha estado en las manos de todos los cubanos. (O de casi todos.)
María Antonia Borroto
2 añosEste texto, que no recordaba, demuestra que Martí era conocido por los lectores cubanos ya en los años ochenta del siglo XIX. No sé (prometo averiguar) si existe algún estudio que demuestre sí sus obras circulaban en la Cuba de entonces. A veces ha prevalecido, en una imagen muy falseada, la idea de una suerte de abismo entre la Isla y su emigración, lo que es totalmente incorrecto: había un enorme trasiego, tanto de personas como de impresos. Sabido es que Martí estaba muy al tanto de cuanto ocurría en Cuba y recibía libros y periódicos, entre ellos, La Habana Elegante, muy apreciada por él, según le confesó al propio Henríquez Miyares. Casal menciona a Martí una vez en La Discusión, y la manera en que lo hace, sin necesidad de añadir ningún dato o aclaración, da la medida de que no necesitaba mucha presentación. Y, por otro lado, la nota necrológica que Martí publica en Patria a raíz de a muerte de Casal evidencia un exquisito conocimiento de la obra del poeta. Varona enuncia un deseo: que La Edad de Oro esté en todos los hogares cubanos justo cuando ha salido de las prensas el primer número (recordemos que sólo llegaron a imprimirse cuatro números) así que suponía, por supuesto, que sería una publicación de larga vida. Ahora bien, ¿cabía esperar que llegara a circular con tal profusión que pudiera haber un ejemplar en cada hogar cubano? Aun cuando estuviera refiriéndose a los hogares de personas letradas y con cierto nivel económico, no me parece que se tratase de una cifra despreciable. No tengo a la mano detalles de La Edad de Oro (tirada, formas empleadas para su comercialización, si se comercializó en Cuba...) que pudieran aclarar estas dudas, ni sé si existen. Tampoco sé cómo llegó La Edad de Oro a Varona. ¿Se lo hizo llegar el propio Martí? Indagaré, pues allí pueden estar contenidas varias claves para comprender cómo, desde fecha tan temprana, ya Martí era conocido y admirado, sino como patriota (estamos hablando de 1887, faltaban cinco años para la fundación del Partido y ocho para el inicio de la guerra) sí como escritor y periodista. Interesantísima perspectiva, ¿verdad?
José Carlos Guevara
2 añosSupongo que de José Martí existen muchas referencias en su patria. Valga de ejemplo la mención que realiza de su persona Francisco Calcagno con motivo de ser el editor de unas cartas de José de la Luz y Caballero en los Estados Unidos. Sobre el Apóstol en Cuba también me vienen a la cabeza algunas alusiones. La Revista de Cuba, en su emisión de noviembre de 1881, saludó la publicación de la Revista Venezolana de la siguiente manera “Desde el primero de Julio del corriente año ha empezado a ver la luz en Caracas la Revista Venezolana, periódico quincenal que dirige nuestro querido amigo y compatriota, el elocuente orador don José Martí.” No hay que olvidar que de las cinco cartas martianas que se conservan con destinatario Varona la primera es del 1 de diciembre de 1881. En ella le dice el exiliado al filósofo “Allá le envié dos números de la Revista Venezolana, que murió de honrada.” No es de extrañar, por tanto, que en su emisión de enero de 1882 la Revista de Cuba diga “Hemos sabido con pena que solo vieron la luz un par de números de esta Revista, que fundó en Caracas nuestro compatriota el elegante orador José Martí.” Las referencias a la oratoria martiana no son gratuitas, pues en 1879 Varona sostuvo una polémica sobre estética en Cuba con el recién llegado Martí. Volvamos a las cartas, la segunda enviada al autor de las Conferencias filosóficas, que tiene fecha de 28 de julio de 1882 viene a remediar un extravío “ya que anda por La Habana sin que yo lo haya mandado, mi librito de versos a mi hijo” le enviara un ejemplar a Enrique ¿Cómo lo sabe Martí? Porque la Revista de Cuba se recibe en la capital de Venezuela según se puede leer en La opinión Nacional del 4 de marzo de 1882, y en abril de ese mismo año ya se le había dado la enhorabuena en la prensa cubana al poemario Ismaelillo con las siguientes palabras “Sabemos por carta de Nueva York, que nuestro querido amigo, el popular orador cubano señor José Martí, ha dado a la estampa en aquella metrópolis un tomito de poesías con el originalísimo título de Ismaelillo. Grato nos será entrar de nuevo en comunidad de sentimientos con el autor, leyendo sus delicadas poesías”. Más allá de las críticas, a veces amargas que le hizo don Enrique a Juan Antonio Pérez Bonalde con motivo de sus traducciones de Heine y su postura poco respetuosa ante las traducciones de los Sellén, en el mes de octubre de 1883 además de promoverse la lectura de “El poema del Niágara”, se colocó el texto que le sirve de prólogo; ese mismo, el de José Martí. Y ya…paremos porque no me canso pero puedo cansar.
Romel Hijarrubia Zell
2 añosAsumo que José Carlos Guevara Alayón no es cubano, aunque conoce muy bien la obra martiana y/o ha tenido acceso a ella, cosa que se hace bastante difícil en Cuba, generalmente sólo para investigadores autorizados. He hecho la anterior suposición partiendo de estas líneas: "Supongo que de José Martí existen muchas referencias en su patria". No importa cómo llego a la misma, sí felicitarlo por su esfuerzo y el excelente repaso que ha hecho de la del Apóstol. Gracias y no piense que puede cansar el saber más y verdadero, sobre nuestra historia donde hay tantas verdades ocultas, como en otros muchos países. R.
José Carlos Guevara
2 años@Romel H. Zell le agradezco mucho los elogios, sólo deseo aclarar un malentendido: sí soy cubano.