Tembloroso y desnudo
como un recién nacido
o un condenado a muerte,
el poema está ya sobre la hoja
—que acogerá su desamparo
o segará su cuello.
Temblorosa y desnuda
entre el muro y la espada,
está la vida, el animal sangrante
que se apresta a saltar
de un frío al otro de la nada.
Incluido en Sobre la brevedad de la ceniza. Tomado de La Habana Elegante, Segunda Época, verano de 2003.
Comentarios
Indira Montejo Lamas
1 año😬
Y. J. Hall
1 añoLa pintura de O'Keeffe... 👌🏻