Y con esto, lectorcito amigo, doy por terminado este ensayo de libro, que de un tirón he escrito para ti: ¡así me pasaría la vida entera conversando contigo! ¡Dichoso el hombre que puede comunicarse frecuentemente con los niños! ¡Dichoso yo, si pudiera pasar lo poco que me resta de vida, en la amable compañía tuya y de tus iguales! ¡Tú, en verdad, no sabes cuán bella es tu vida! Por ti, para darte un techo, para cubrir de manjares tu mesa, para criarte sano de cuerpo y de espíritu, y para hacerte bueno (que es como decir: para hacerte dichoso), trabajan desvelados tus padres; y para educarte y para hacer que te instruyas y te eduques, trabaja también y se desvela el gobierno de tu patria. Las personas mayores todas te aman y te miran con afectuosa solicitud. Muy poco tienes que hacer, en cambio. Basta que seas dócil, que te hagas amable; y todo tu trabajo consiste en estudiar un poco.
Importa saber, desde luego; pero importa más ser bueno. Todo el saber del mundo no vale lo que vale un sentimiento generoso: la virtud es más sana y mejor que la ciencia; pero ambas cosas pueden andar juntas, y la una completa las más veces a la otra.
Comentarios
Alma Flor Ada
4 añosGracias por este nuevo texto de El amigo del niño que muestra con tan sincera sencillez los sentimientos de Esteban Borrero Echeverría.
Alma Flor Ada
4 años"La bondad es uno de los aspectos, y acaso el aspecto mejor de la sabiduria" merece ser recordado y compartido.
Alma Flor Ada
4 añosTengo algunos textos escritos por maestras cubanas de esa epoca que reflejan estos mismos valores.
Linet Hernández
4 años¡Cuánta ternura! "Todo el saber del mundo no vale lo que vale un sentimiento generoso". Estoy de acuerdo. Me recuerda a Martí, quien tanto exaltaba "el amor al hombre, sin el cual la inteligencia no es más que azote y crimen".
Jaine Labrada Ching
4 añosMe encantó la sensibilidad del texto. Valores humanos valiosos y la educación del ser como garantía de vida.
Henry Mazorra
4 añosHay que plagar las bibliotecas de nuestras escuelas con Borrero.
María Antonia Borroto
4 años@H. Mazorra ¡Sería magnífico! Mientras tanto, iremos publicando otras secciones del libro. Algo es algo.
Y. J. Hall
4 añosQué bonita lectura. Es una prosa poética. Mientras leía, pensé que este hombre, que con tanto optimismo le escribía a los niños, se suicidó. ¿Qué tormentas torturarían su alma que lo llevaron a terminar con “la vida hermosa”? Me llamó mucho la atención cuando dijo “y para educarte y para hacer que te instruyas y te eduques, trabaja también y se desvela el gobierno de tu patria”. En el año 1913 hubo un cambio de Gobierno en Cuba, de José Miguel Gómez a Menocal. Posiblemente ambos gobiernos trabajaban y se desvelaban por educar a los niños de Cuba y posiblemente así fue con todos los gobiernos en mayor o menor medida. Enfaticemos lo que escribió Borrero en 1913: “para educarte y para hacer que te instruyas y te eduques, trabaja también y se desvela el gobierno de tu patria”. La educación de los cubanos nunca ha sido monopolio de ningún gobierno. Algo más que me llamó la atención es el uso por Borrero de frases inmediatamente bellas pero vacías o falsas, o sin sentido. Por ejemplo “Todo el saber del mundo no vale lo que vale un sentimiento generoso”. Qué frase tan linda. Sin embargo, no tiene sentido. ¿Qué sentirá un niño cuando se le dice semejante cosa tan imposible de imaginar? Yo por lo menos me digo “¿Ehhh?”. Martí, por otro lado, era diferente porque decía cosas bellas pero fáciles de entender. Sientan como Martí nos lleva de la mano, a los niños y a nosotros, en un paseo apacible por un jardín lleno de luz cuando escribe: "Para los niños es este periódico, y para las niñas, por supuesto. Sin las niñas no se puede vivir, como no puede vivir la tierra sin luz. El niño ha de trabajar, de andar, de estudiar, de ser fuerte, de ser hermoso: el niño puede hacerse hermoso aunque sea feo; un niño bueno, inteligente y aseado es siempre hermoso. Pero nunca es un niño más bello que cuando trae en sus manecitas de hombre fuerte una flor para su amiga, o cuando lleva del brazo a su hermana, para que nadie se la ofenda: el niño crece entonces, y parece un gigante: el niño nace para caballero, y la niña nace para madre". Por cierto, esas palabras de Martí serían censuradas hoy en gran parte del mundo por sexistas. 😊
María Antonia Borroto
4 años@Y. J. Hall La frase Borrero que mencionas no me parece en lo absoluto vacía de sentido, pero no es a eso a lo que deseo referirme (ni creo que valga la pena discutir el asunto), sino a otro aspecto que hace muy atractivo este libro. No olvidemos que es un "libro de lectura", o sea, concebido para ser usado en el aula, con la tutela de los maestros, e imagino que atenido a alguna guía didáctica. Borrero había sido pedagogo gran parte de su vida. Imagino a los niños trabajando a partir de esos textos, comentándolos en clases, haciendo "composiciones", preguntando el sentido de ésta u otra frase.... De allí, tal vez, el tono aforístico de algunas oraciones, las que invitan a ser ampliadas, comentadas, discutidas. Hay una hipótesis que me está dando vueltas desde que tuve este libro frente a mí. Sabido es el protagonismo de Enrique José Varona en los planes de enseñanza de esos primeros años republicanos, sabida es la amistad entre él y Borrero.... Me pregunto —y creo que es lícito especular al respecto— cuánto no habrán conversado y hasta colaborado en un momento fundacional como ése, pues ambos tenían la certeza de que los destinos de Cuba dependerían de cuán bien cimentada estuviera la educación de sus hijos. Esto me lleva a otro asunto: solemos ver el devenir de los acontecimientos separado de los seres humanos y de las conexiones entre éstos, como si fuerzas ciegas fueran las que dominaran y tejieran esa a veces inextricable red de sucesos. Olvidamos detalles como la amistad, sincera y generosa, entre dos hombres, y cuánto pudo ella haber influido en un determinado estado de cosas. Resulta fascinante saber que Varona, Borrero, Aurelia y Máquez Sterling (por solo citar a camagüeyanos que para ese entonces residían en La Habana) se movían más o menos en los mismos círculos. Hay allí un camino, inexplorado todavía, para las investigaciones históricas.
Y. J. Hall
4 añosSi tomas la frase literalmente, entonces es falsa, porque todo el saber del mundo sí vale más que un sentimiento generoso. Si la tomas metafóricamente para indicar que es importante ser generoso, entonces ¿por qué cogérsela con "el saber", más aún cuando estás intentado que el niño disfrute aprender? Hubiera sido mejor que se la hubiera cogido, por ejemplo, con el dinero: “Todo el oro del mundo no vale lo que vale un sentimiento generoso”. Para colmo, se contradice al final al decir que "la bondad es el aspecto mejor de la sabiduría". Es decir, de ser así, "todo el saber del mundo" tiene que tener "muchísimo de bondad" y por tanto tiene que valer más que la menor cantidad de bondad que tiene un sentimiento generoso. Lo otro es que Borrero no se toma el trabajo de explicar un poco sus frases rimbombantes: "La virtud es más sana que la ciencia"... Allí debía continuar con un "porque...". Cuando al niño se le bombardea con afirmaciones sin argumentos, no se le está enseñando a pensar sino que se le está adoctrinando. Menos mal que el adoctrinamiento de Borrero era sano. Yo sé que no es tu intención discutir el asunto pero yo sí considero muy importante que a los niños se les enseñe a pensar críticamente, algo que nos faltó en nuestra educación. Al niño se le debe enseñar a cuestionarse todo lo que se le dice para que sea menos susceptible a dogmatismos y manipulaciones cuando sea un adulto.
María Antonia Borroto
4 años@Y. J. Hall Insisto en mi idea: ese libro es un instrumento didáctico, para ser usado en clases. Tal vez allí se potenciara el completamiento y discusión de esas frases.
Y. J. Hall
4 añosNah.
María Antonia Borroto
4 años@Y. J. Hall Bueno...
María Antonia Borroto
4 años@Y. J. Hall Veámoslo en las palabras de Borrero: "Puede leer de por sí con fruto la persona enamorada ya del saber; pero el niño en la escuela debe empezar por leer con su profesor, que está obligado a entender el libro, que lo hace entender al discípulo, que anima la narración, que le presta el relieve y la seducción de lo vivo, haciéndola suya, explicándola, mejorándola, en fin, al vivificarla. El libro de lectura puede convertirse (aun siendo, como éste, muy mediocre) en instrumento realmente eficaz de educación." Las he tomado del prefacio, también publicado por El Camagüey: https://bit.ly/2MNoqPy
María Antonia Borroto
4 años@Y. J. Hall Al contrario, es la frase en sí la que no quería discutir. Enseñar a pensar ha estado en el centro de la mejor tradición pedagógica cubana. Claro, como intención, habría que ver hasta qué punto la práctica le hizo honor a ese sueño, que fue el de Varela, Luz, Mendive, Varona, Martí... Y estoy segura que Borrero. Nosotros, en nuestra formación, fuimos víctimas del abandono de todo lo que había sido la tradición pedagógica cubana y del acatamiento acrítico de otros modelos.
Linet Hernández
4 años@Y. J. Hall ¡Qué duro eres con Borrero! Es Borrero, no es Martí. La frase que te parece carente de sentido es hiperbólica; creo que debe tenerse en cuenta eso a la hora de interpretarla. El conflicto ciencia-ética, en el texto, es una preocupación muy concreta. Y por otra parte sigue siendo de especial importancia en estos tiempos de avalanchas tecnocientíficas. No veo por qué sea mejor cambiarlo por el más fácil de abordar, oro-ética. Para los niños de hoy me parece un tema muy válido.
Y. J. Hall
4 añosjaja... No creo haber sido duro con Borrero. ¿Hubieras apreciado tú igual el texto si el autor fuera un tal "Juan Crispín López"? Para mí es muy importante que a los niños se les enseñe a pensar críticamente, que se les enseñe a apreciar la complejidad del mundo. Borrero no se preocupa en lo absoluto por hacerlo en este texto. ¿Qué aprende un niño (o un adulto) del conflicto ciencia-ética una vez leído este texto? Nada. Dije lo de cambiarlo por el de oro-ética porque al menos ése es menos difícil de entender sin explicaciones. Además, las frases hiperbólicas son especialmente confusas para los niños. Yo, por ejemplo, no le leería este texto a mis hijos y sí le leí a mi hija "La edad de oro". Habría que ver si dentro del libro Borrero se esfuerza en explicar las cosas de manera que el epílogo pueda leerse más como un resumen. En fin...
Linet Hernández
4 años@Y. J. Hall, De acuerdo contigo en que a los niños debe enseñárseles la complejidad del mundo, a pensar críticamente, y a conmoverse ante la bondad y la belleza. Sí, claro, para eso la Edad de Oro es exquisita. Desde mi niñez Martí se adentró en mí y marcó mi sensibilidad para siempre.
Y. J. Hall
4 años@Linet En mí también, y ahora de adulto, más, porque ahora puedo intentar ponerme en su lugar y compararme. Martí es una maravilla.
María Antonia Borroto
4 años@Y. J. Hall Retomo nuestra charla. Te comentaba que nuestra educación estuvo marcada por modelos foráneos y, más que eso (creo) por una determinada concepción del ser humano que se creía el adecuado para un determinado modelo social y político. (Repetí determinado con toda intención). Somos, Yensy, la generación del 2000, los hombres nuevos... (y las mujeres nuevas, para que nadie me acuse de sexismo). Es cierto lo que dices de una visión nada cuestionadora de la realidad en nuestra educación. Pero es que, si lo miramos en conjunto, no podía ser de otro modo... La educación no opera en el vacío: pudiera mostrarte perlitas publicadas en la prensa de los 70 y de los 80 con su tono triunfalista, donde el individuo parece desaparecer movido por las ciegas fuerzas de la historia, una idea de la historia como algo ascendente, con un único final previsible... Pero al menos (pienso en nosotros, nacidos en la primera mitad de los setenta, pleno quinquenio gris) se nos abrió el mundo de la ciencia gracias a ese proyecto, aún no justipreciado, que fueron los IPVCE.
Y. J. Hall
4 añosYa me aclararon que el libro de cuentos es del 1903. Léase entonces el segundo párrafo de mi comentario en el contexto del gobierno de Tomás Estrada Palma, el primero de la recién parida república.
María Antonia Borroto
4 años@Y. J. Hall Tu mención del interés gubernamental por la educación es tremendamente válida, tanto para el contexto de 1903 como para el de 1913. No olvidemos incluso los ingentes esfuerzos por formar maestros en un tiempo récord y el hecho, del que hasta hace poco no teníamos noticias, de que jóvenes cubanos fueron a Harvard a formarse como maestros.
María Antonia Borroto
4 años@Y. J. Hall Debatir esas palabras de Martí nos llevaría por otros caminos, ajenos (me parece) al espíritu mismo que debe animar nuestra charla sobre Borrero. Dejemos el asunto en el tintero para cuando leamos, aquí mismo, ciertos textos sobre la educación de la mujer escritos por Enrique José Varona y por Aurelia Castillo, textos que estoy segura van a resultar muy polémicos. De momento sólo te cuento una anécdota. Tanto esa oración de "La niña nace para madre" como otras de ese fragmento de La Edad de Oro que citas, se las he propuesto a mis estudiantes de periodismo para ejercicios de redacción. Te aseguro que el debate en el aula, una vez leídos sus propios textos, ha sido muy intenso y ha devenido para mí una experiencia gratificante.
María Antonia Borroto
4 años@Y. J. Hall La grandeza de Martí es tal que a su lado todo palidece. Y, realmente, no me parece justo.. Pienso en cuanto pudo y puede aún estorbar cualquier comparación más o menos explícita para nuestra comprensión de varios contemporáneos suyos. Las aproximaciones a Casal, por ejemplo, estuvieron siempre muy desenfocadas, entre otras razones porque cierta crítica los consideró a ambos en sus antípodas. Y creo que posiblemente haya pasado así con otros admirables cubanos, pero que no eran Martí ni hicieron lo que Martí.
Ada García
4 años@Y. J. Hall ¡¡¡Qué bonito comentario!!!
Y. J. Hall
4 años@Ada: Dudo de la imparcialidad de tus halagos 😉