Uno de los mejores parques de la República, lo es sin dudas alguna el Casino Campestre de Camagüey, una magnífica extensión de terreno, dentro de los límites de la ciudad, donde en épocas remotas se celebraron aquellas famosas Ferias Ganaderas, que dieron renombre a la ganadería de la región camagüeyana antes de la Guerra de Independencia.
En ese preciso parque hay recuerdos imborrables, como antes decíamos (...) presentaban los ganaderos camagüeyanos sus mejores ejemplares y además ofrecían al público exhibiciones de productos agrícolas, productos industriales, competencias muy interesantes sobre producción de leche... y otras atracciones que reunían al pueblo, que en esa misma época, asistía a las ya famosas y tradicionales Fiestas de la Caridad. Como la Feria Ganadera coincidía con la Feria de la Caridad, el entusiasmo era realmente extraordinario...
Años después, el viejo Casino Campestre, tuvo en su seno la estatua del Marqués de Santa Lucía y el monumento al Libertador Desconocido, surgieron instituciones tan queridas y prestigiosas como el Camagüey Tennis Club, el Club Atlético “Bernabé de Varona”, los campos deportivos de la Sociedad “Antonio Maceo” y durante la administración del Dr. Domingo de Para, se sembraron muchos árboles que embellecieron el lugar.
Se observa un espectáculo maravilloso, cuando se entra a la ciudad procedente de Oriente... un Parque Infantil y otras atracciones que realizó la actual administración municipal, mereciendo los aplausos de la comunidad...
Y ahora decimos, por qué recordamos estas cosas, pues sencillamente porque venimos observando que el alumbrado del Casino Campestre que tantos aplausos le consiguió al señor Francisco Arredondo, no funciona como antes; alguien al parecer muy bien informado, nos llamó la atención sobre ese detalle y al mismo tiempo nos dijo, que ya no era de la competencia del señor Alcalde Municipal ese asunto, que está ahora naturalmente bajo la inmediata dirección de una organización nacional que tiene a su cargo las llamadas “ÁREAS VERDES”.
Lo cierto es que ese gran parque, merece una buena atención, su belleza natural, así lo reclama, los camagüeyanos tenemos más que suficientes motivos para querer mucho el Viejo Casino Campestre.
La gruta de nuestro Casino Campestre.
Leído por María Antonia Borroto.
Publicado en el periódico El Camagüeyano, el 1 de febrero de 1958. Tomado de Camagüey en la pluma de Luaces, de Reinier Sánchez Jacomino. (Trabajo de diplomado presentado en opción del título de Licenciado en Periodismo. Tutor: Eduardo Labrada. Universidad Central Martha Abreu de Las Villas, 2008) Nota de El Camagüey: Se ha respetado la ortografía de la versión transcrita por Reinier Sánchez.
Pues mis recuerdos son posteriores a la infancia. Cuando lo recorrí por primera vez con verdadera calma ya era casi una muchacha. Y cerca de donde estábamos mis amigos y yo había una pareja... No digo más.
Y la gruta sigue siendo un misterio... Es una pena que ahora una feísima cerca no nos deje apreciarla ni disfrutarla como se debe.
Mis recuerdos del Casino Campestre comenzaron con los cuentos de mi madre y mis tias sobre cuanto disfrutaron la primera vez que instalaron columpios y otros juegos para los ninos. Ellas ya eran jovencitas, pero quisieron sentarse en los columpios. El guarda le dijo a mi abuela que no podia permitirlo, porque eran solo para ninos. Mi abuela, que no iba a tolerar que sus hijas no pudieran disfrutar de los columpios, le pregunto al guarda: Y. en que se basa Ud. para decir eso.
La respuesta del guarda fue sencilla: "Es que llevan medias" En esa epoca se usaban faldas muy cortas sobre la rodilla y medias hasta las rodillas. La respuesta de mi abuela, a quien no la limitaban las convenciones sociales ni " el quediran" fue: " Ninas, a quitarse las medias". Y al guarda atonito no le quedo sino ver como mi madre y mis tias, sin medias, disfrutaron los columpios.
No solo disfrute la gruta misteriosa en distintas epocas, sino que durante los cinco aNos de bachillerato el Casino fue sitio de reunion de los companeros y de ensayo de nuestras sencillas representaciones de las que la mas "sonada" fue "La sonambula" que escribi para representarla ante todos los profesores, como critica sutil al exceso de memorizacion que nos imponian, y en la que actuamos Severo Sarduy y yo como protagonistas. Momentos inolvidales los del Casino
Y habría que ver en la actualidad, por ejemplo, cuando las Ferias del Libro lo han tenido por escenario, cuántas historias se podrían contar. Tal vez para muchos niños esté asociado al descubrimiento de la lectura, de sus primeros "libritos". Para otros, ay, es también el recuerdo de muchos amigos ausentes, de preciosas lecturas de poesía y presentaciones de libros en la glorieta...
Y algo debemos decir del texto de Luaces, que aunque sencillo, sin aspiraciones estilísticas, cumple muy bien su cometido y muestra la actitud cívica que acompaña al buen periodismo.
Afortunadamente una tesis de licenciatura se acerca a su obra como comentarista. Es triste notar cómo el periodismo cubano yace en el olvido, condenado por la propia actualidad a que en su momento aspiró y, sobre todo, por hornadas de periodistas que han elegido ignorar la riquísima tradición de la prensa en Cuba.
María Antonia Borroto Gracias en nombre de mis dos abuelos periodistas. Creo que seria importante estudiar y divulgar informacion sobre la Revista de la Asociacion Femenina de Camaguey
@Alma Flor Ada Afortunademente, gracias a otro de nuestros ángeles de la guarda, ya tenemos unos cuantos números de la misma. Podemis anticiparle que en breve publicaremos algunos de sus textos y adelantis de un estudio sobre esta importante publicación. Gracias por la sugerencia.
Sencillo pero elocuente texto de Luaces. Para los camagüeyanos en cualquier parte que estemos él es un recuerdo grato en que se mezclan el paseo infantil, el romance adolescente y hasta la vida literaria en peñas y ferias de diferentes años. Gracias.
Comentarios
Y. J. Hall
4 años¡Mira que monté bicicleta allí de niño! Y la gruta siempre fue un sitio con algo de misterio.
María Antonia Borroto
4 añosPues mis recuerdos son posteriores a la infancia. Cuando lo recorrí por primera vez con verdadera calma ya era casi una muchacha. Y cerca de donde estábamos mis amigos y yo había una pareja... No digo más. Y la gruta sigue siendo un misterio... Es una pena que ahora una feísima cerca no nos deje apreciarla ni disfrutarla como se debe.
Henry Mazorra
4 años@María Antonia Borroto Sí, increíble que le hayan colocado esa barbaridad, es un acto de alta insensibilidad.
María Antonia Borroto
4 años@H. Mazorra Esa cerquita es un delito de lesa sensibilidad.
Alma Flor Ada
4 añosMis recuerdos del Casino Campestre comenzaron con los cuentos de mi madre y mis tias sobre cuanto disfrutaron la primera vez que instalaron columpios y otros juegos para los ninos. Ellas ya eran jovencitas, pero quisieron sentarse en los columpios. El guarda le dijo a mi abuela que no podia permitirlo, porque eran solo para ninos. Mi abuela, que no iba a tolerar que sus hijas no pudieran disfrutar de los columpios, le pregunto al guarda: Y. en que se basa Ud. para decir eso.
Alma Flor Ada
4 añosLa respuesta del guarda fue sencilla: "Es que llevan medias" En esa epoca se usaban faldas muy cortas sobre la rodilla y medias hasta las rodillas. La respuesta de mi abuela, a quien no la limitaban las convenciones sociales ni " el quediran" fue: " Ninas, a quitarse las medias". Y al guarda atonito no le quedo sino ver como mi madre y mis tias, sin medias, disfrutaron los columpios.
María Antonia Borroto
4 años@Alma Flor Ada Esa anécdota es deliciosa. Gracias por compartirla. Y qué curioso, ¿verdad?, que un par de medias pudieran significar tanto.
Alma Flor Ada
4 añosNo solo disfrute la gruta misteriosa en distintas epocas, sino que durante los cinco aNos de bachillerato el Casino fue sitio de reunion de los companeros y de ensayo de nuestras sencillas representaciones de las que la mas "sonada" fue "La sonambula" que escribi para representarla ante todos los profesores, como critica sutil al exceso de memorizacion que nos imponian, y en la que actuamos Severo Sarduy y yo como protagonistas. Momentos inolvidales los del Casino
María Antonia Borroto
4 añosY habría que ver en la actualidad, por ejemplo, cuando las Ferias del Libro lo han tenido por escenario, cuántas historias se podrían contar. Tal vez para muchos niños esté asociado al descubrimiento de la lectura, de sus primeros "libritos". Para otros, ay, es también el recuerdo de muchos amigos ausentes, de preciosas lecturas de poesía y presentaciones de libros en la glorieta...
Pável Alberto García
4 añosDe niño pensaba que la gruta era de verdad, y me preguntaba como habían logrado conservarla hasta nuestros dias...
María Antonia Borroto
4 añosY algo debemos decir del texto de Luaces, que aunque sencillo, sin aspiraciones estilísticas, cumple muy bien su cometido y muestra la actitud cívica que acompaña al buen periodismo. Afortunadamente una tesis de licenciatura se acerca a su obra como comentarista. Es triste notar cómo el periodismo cubano yace en el olvido, condenado por la propia actualidad a que en su momento aspiró y, sobre todo, por hornadas de periodistas que han elegido ignorar la riquísima tradición de la prensa en Cuba.
Alma Flor Ada
4 añosMaría Antonia Borroto Gracias en nombre de mis dos abuelos periodistas. Creo que seria importante estudiar y divulgar informacion sobre la Revista de la Asociacion Femenina de Camaguey
María Antonia Borroto
4 años@Alma Flor Ada Afortunademente, gracias a otro de nuestros ángeles de la guarda, ya tenemos unos cuantos números de la misma. Podemis anticiparle que en breve publicaremos algunos de sus textos y adelantis de un estudio sobre esta importante publicación. Gracias por la sugerencia.
Josefina Acosta de Para
4 añosMi Camagüey querido... esa Gruta fue construida bajo la alcaldía de mi tío abuelo Domingo de Para.
Roberto Méndez
4 añosSencillo pero elocuente texto de Luaces. Para los camagüeyanos en cualquier parte que estemos él es un recuerdo grato en que se mezclan el paseo infantil, el romance adolescente y hasta la vida literaria en peñas y ferias de diferentes años. Gracias.
Javier Vázquez
3 añosConmovedor.